Se dice que un gato tiene 7 vidas, haciendo referencia a que son tan ágiles y rápidos que escapan de peligros que otros animales no serían capaces de esquivar. “Mona”, la miau-miau que vive en un estacionamiento céntrico de Asunción, ya habrá usado más de una en este tiempo de pandemia.
Pedro Bogado (31) la rescató de una cañería, era “chiquita, feíta y sucia”, le compró la primera purina común, hoy en día solo come las de marca bien purete, esas que salen “un ojo de la cara” en los supermercados.
“Nunca más se fue, la sacamos de la cañería del estacionamiento, todos los clientes la quieren, es más, hay una chica que le suele traer su purina”, comentó.
Los días de “Mona” son bien tranquilos ahora que se f lexibilizaron las restricciones sanitarias porque la pasó mal al igual que todos durante la fase cero de la cuarentena.
Tempranito espera que llegue la gente para que ella pueda desayunar y tomar la leche, luego duerme sobre algún vehículo.
“A las 12 se acerca pidiendo purina, ella no quiere comida ni caza animales, aunque durante la cuarentena comió una paloma porque encontramos plumas.
Estaba superflaca, vinimos a ver cómo estaba pasando los duros controles, pensamos que se iría, pero se quedó”, indicó.
DATO
PADRINOS
Se ganó el cariño de los funcionarios públicos que en su mayoría utilizan el servicio de estacionamiento céntrico donde la michita encontró un hogar. “A la chica que trabaja en BNF la superconoce, cuando escucha su camioneta ella corre a recibirla”, he’i.
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