Luego de un incendio provocado se dieron momentos de mucha angustia. El fiscal Grisetti confirmó los finados.

Tiros. Pedradas. Fuego. Amenazas. Descontrol. ¡Guerra! En un segundo, la tensa calma que marca el día a día en el penal de Tacumbú pasó a ser un verdadero inf ierno. Las llamas que consumían colchones, ropas y hasta basura encendieron la alarma general. Al final de la noche, el fiscal Giovanni Grisetti, quien intervino en este fuerte enfrentamiento, confirmó lo peor: al menos seis muertes se dieron adentro. Todos internos de la penitenciaría.

En horas de la mañana, alrededor de las 7:00, arrancó la primera “oleada” de violencia dentro de la cárcel. El motivo de todo el enojo, según lo que dijo la propia ministra Cecilia Pérez, era el traslado que se hizo de un interno “peligroso” identificado como Orlando Efrén Benítez. Esa primera revuelta fue controlada con el apoyo de los bomberos voluntarios que lograron evitar que las llamas avancen.

Sin embargo, en horas de la tarde se recrudeció el enfrentamiento y la situación se volvió mucho más dramática. Unos 18 guardiacárceles fueron tomados de rehenes por los reos, encerrados dentro en una pieza, mientras se daba un sangriento enfrentamiento en el que la muerte comenzaba a rondar en los patios.

Los internos exigían “igualdad” en el trato con los “clanes” en todas las cárceles, que tengan “garantías” de que no se los iban a reprimir a balazos y aseguraban que no había heridos ni muertes. Sin embargo, la realidad era otra.

En medio de toda esa hostilidad, la ministra Pérez apareció en el lugar con una gran comitiva y se llevó a cabo una negociación con los presos. Al cierre de esta edición la información oficial era que seis personas perdieron la vida, pero no se sabía si podría haber más.

¿BORRACHO?

En un momento, de la nada, un guardia apareció y apenas se podía mantener en pie. Todo apuntaba a que estaba muy tomado, pero no se confirmó.

CASCOTAZOS

En el pasillo de acceso a lo que es el tinglado del penal se veía la secuela del ataque por parte de los presos entre sí. Rejas destrozadas evidenciaron la violencia con la que se actuó.

“Negaron que haya fallecidos”

Al final de todo el sarambi, la ministra Cecilia Pérez habló con Unicanal en relación a qué fue lo que pasó. Apuntó a que la revuelta se dio por reclamos precisos de los internos.

“Ellos reclamaban que se le traslade de nuevo (a Orlando Efrén) y además que se les dé trato igualitario a todos los reos”, atendiendo a que supuestamente los del PCC son mejor tratados que los paraguayos.

En cuanto a muertos dijo que “los internos negaron que haya fallecidos”, pero en horas de la noche cambió esa versión. Aparentemente, las muertes se habrían producido con suma violencia. Familiares desesperados quedaron en vigilia buscando información.

Varias mujeres enfrentaron a bomberos y embarazada ho’a

Un grupo de mujeres que llegó en horas de la tarde hasta el frente de la penitenciaría comenzó a amedrentar a los policías que se encontraban custodiando el perímetro de la cárcel. En un momento dado juntaron ramas secas y quisieron prender fuego.

Los bomberos que estaban en el lugar sacaron sus mangueras y comenzaron a apagar las llamas, lo que puso aún más nerviosas a las mujeres, entre ellas una embarazada que pasó al lado de los uniformados y enfrentó a los bomberos. Luego de recibir un chorro de agua fuerte en su estómago, cayó desmayada.

Otra de las mujeres que estaba fuera de sí amenazó con quemar lo que haga falta y “armar un motín” hasta saber qué pasó con todos sus parientes que estaban presos.