En el Río Paraguay, en la zona del Puerto Antiguo de Concepción, la muerte ya se hizo presente en muchas ocasiones. “Lo que estoy seguro es que estas aguas esconden algo raro”, dijo don Carlos, canoero del lugar

POR RODRIGO VALDEZ

Arena blanca y delicada, agua agradable y “cristalina”. Todos esos condimentos completan una escena hasta si se quiere paradisiaca. Allí se ubica un escenario feliz, lleno de drama. La muerte se hace presente donde suele haber risas. Quien fue testigo de lo que allí ocurre ya no mira nunca más el sitio de la misma manera.

A simple vista, las aguas del río Paraguay, en la zona del Puerto Antiguo de Concepción, no parecen ser tan peligrosas. Pero lo son, según los lugareños que ya lo “bautizaron” como “las aguas malditas”.

Hace unos días una joven, de nombre Kamila M. (17), perdió la vida en el cauce y se sumó a la larga lista de personas ahogadas en esas aguas, según contó a Crónica don Carlos (59), canoero del lugar. “Aquí ya fallecieron ahogados varios jóvenes, me duele mucho eso”, contó.

Las dudas se abren paso en estampida. Todos se preguntan ¿por qué tantas muertes en el lugar? ¿Qué pasa en el sitio? Don Carlos contó que algunos en la zona consideran que allí hay una maldición.

“Algunos hablan de alguna maldición. Yo no sé si sea tanto así. Lo que sé es que se dice también que hay algo que estira a las personas desde un pozo. Vaya uno a saber qué será y si es cierto o no. Pero de lo que estoy seguro es que estas aguas esconden algo raro”, agregó.

“Haciendo un pensamiento rápido, recuerdo que en esta parte del río ya se ahogaron más de 15. Eso es lo que yo recuerdo nada más”, finalizó.

“Salvamos a varios de morir ahogados”

“El caso que más me tocó fue el de un joven que se ahogó frente mismo al Puerto Antiguo hace unos años. Él se encontraba en la playa cuando se le cayó algo que tenía en la mano en el agua, por lo que se lanzó tras esa cosa con intención de rescatarlo, pero ya no volvió a salir a la superficie con vida”, contó.

“Lo buscamos por mucho tiempo hasta que finalmente logramos encontrar su cuerpo”, agregó don Carlos.

El karai comentó que también tiene batallas ganadas en el sitio. “Tanto a mí como a mis compañeros nos tocó la oportunidad de salvar a varios de morir ahogados. Eso es algo de lo que estamos muy orgullosos. Somos guardianes”, finalizó.

Escucha ruidos que no sabe de dónde proviene

“Según todos aquí dicen, hay como un pozo que estira hacia abajo, no sabemos qué podría ser”, comentó don Carlos. Pero la cosa no queda ahí. Agregó avei sentir una sensación rara por algo fuera de lo común.

Aseguró que en varias ocasiones escuchó ruidos que no se sabe de dónde proviene. “A veces se escuchan como gritos de desesperación, como que piden auxilio”, dijo. En la zona, todos presumen que serían las voces de los que allí partieron al más allá, ¿Será piko? “Los canoeros y pescadores somos testigos de esos ruidos extraños desde hace años. Al principio asustaba, pero ahora ya nos acostumbramos”, finalizó.

PELIGRO

Los pobladores dijeron que esa parte del cauce no es respetada por muchas personas, pese al peligro que representaría ndaje.

GUARDIANES

Los boteros de la zona son considerados protectores del lugar. Los mismos ya salvaron a muchos de morir ahogados en esa parte del río Paraguay.