El exarquero, que ya dirigió montón de equipos de nuestro fútbol y el exterior, enfrenta otro desafío con el equipo pedrojuanino.

• Por Juan V. Duarte

Gustavo Bobadilla es un verdadero trotamundos como director técnico. Múltiple campeón con Olimpia en su etapa como jugador, incluyendo la primera Copa Libertadores ganada en 1979, Gustavo arrancó desde ayer en el 2 de Mayo de Pedro Juan Caballero de la División Intermedia, que es otro de los equipos que ambiciona lograr su ascenso a Primera División.

“Acá estamos, hoy (por ayer) completamos nuestro primer entrenamiento, conociendo el plantel, porque el sábado ya jugamos”, comenzó diciendo, en charla con Crónica.

Sobre su primera impresión del plantel que ahora va a dirigir, Bobadilla lo ve con buen potencial.

“Lo veo bien, hay un plantel con buenos jugadores, una comisión directiva que está haciendo un trabajo bueno para subir de categoría, queremos subir, por eso me buscaron, tengo la dicha y la suerte que yo empiezo a dirigir, de salir campeón, pero el sueño de todos es el ascenso”, comentó.

Agregó que el gran estímulo es la cantidad de equipos que tendrá la posibilidad de ascender (3 en forma directa y otro juega la promoción).

“Hay una gran motivación. Son cuatro cupos de 18 equipos, es mucho. Tenemos que pelear, pero están la expectativa y la esperanza. Si bien ahora estamos a 10 puntos del puntero (Independiente), sabemos que ganando dos o tres partidos, estaremos en zona de ascenso. Si logramos ganarle a Atyrá, tenemos después dos partidos de local y ahí hay que ganar sí o sí. De local, no podemos perder los puntos”, remarcó.

“Éver me hizo calentar por 93 minutos y al final no ingresé”

Bobadilla es habitual asistente de Éver Almeida. Incluso fueron compañeros en el arco de Olimpia. “Con Éver hay una relación de amistad de 47 años. Si los números cierran, trabajamos juntos y si no, yo me lanzo solo, como pasó con los equipos que fui dirigiendo. Él es un ganador y todavía tiene mucho para dar, es un privilegio trabajar con él”. Después tiró una “perlita”.

“Lo único que no le perdono es que me haya hecho calentar por 93 minutos y no me haya permitido ingresar, jaja. Pasó en un amistoso ante Sunderland. Sintió un pinchazo a los 3 minutos y comencé a calentar. Al final, jugó todo el partido y yo no ingresé”, recordó con humor.