Quieren rescatar una reliquia que data de la época del doctor Francia, la cual era utilizada para mostrar el desprecio hacia algún político
POR ARIAMNE ROA
Doña Rosalina Robles, de 77 años, es considerada como la última alfarera de “ñai’ûpyu” de Yaguarón, ella es la última persona e
n elaborar una reliquia que data de la época del doctor Francia, conocimiento que sus antepasados le heredaron, pero que lastimosamente sus hijos ya no quisieron aprender por lo que está en peligro de extinción.
Se trata del “ña’iûpy” que es un plato de barro en donde se cocina el mbeju al cual lo llaman el “mbeju tova”. Según cuentan, esta era una tradición en épocas pasadas para escrachar a los políticos elaborando un plato de barro negro con la cara de la persona para podérselo “comer”.
En estos momentos la colectividad de las mujeres alfareras de Caaguazu’i, en Itá, hicieron un pedido a la Secretaría Nacional de Cultura para que a la última alfarera de Yaguarón se la considere como un “Tesoro Vivo Nacional”.
“La mbeju tova ojejapo va’ekue porque desde siempre hubo gente que rechazó a sus autoridades, ikatuhaguãincha oje’u, al que no se le quiere, y eso es lo que ahora tenemos que hacer por Marito”, dijo doña Rosalía. Esa tradición ndaje después fue reemplazada por el Juda Ká’i.
Según contó la doña, la gente ya se modernizó y ya no quiere usar utensilios ancestrales, “tenemos miedo de que desaparezca nuestra cultura, porque no valoramos, los extranjeros que vienen se quedan encantados por nuestras artesanías, pero nosotros no le damos importancia, por eso se está perdiendo, ya nadie conoce la historia del ‘ñai’ûpyu’”, he’i.
QUE NO TERMINE LA TRADICIÓN
“Ya no hay pedidos para hacer, porque ya no se conoce esta tradición, le pido a la gente que valore la tradición para que no termine, ni los kambuchi ya no se usan ahora”, dijo.
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