Frente a frente, en Wembley. Al comienzo de la Eurocopa no eran los candidatos principales, aunque siempre tienen el peso de la camiseta, más todavía Italia, que sorprende cuando nadie lo espera.

Por su parte, Inglaterra, que generalmente reculaba en los partidos importantes, demostró en esta Euro que está para golpear la mesa y ganar jey a nivel de selecciones.

En la previa a la final, los entrenadores fueron muy prudentes en la rueda prensa. “No ha sido nada fácil, ni siquiera en la fase de grupos. El camino ha estado repleto de dificultades, pero hemos merecido llegar hasta la final. Inglaterra también”, dijo Roberto Mancini, DT de los tanos.

En el otro bando, Gareth Southgate, DT de Inglaterra, fue clarito. “Es momento de hacer historia, Cualquiera quiere estar en una cita como esta. No he tenido tiempo para pensar cómo celebraría la Eurocopa porque tampoco sería el camino adecuado. Solo he aprovechado para preparar de la mejor manera el compromiso que tenemos”, le bajó el seleccionador inglés.

Se juegan mucho estas dos selecciones, por historia y por el nivel mostrado en la competencia.

La Reina Isabel II y su mensaje a los peloteros ingleses

Como en el 66. Eso es lo que quiere todo el pueblo inglés, que después de 55 años vuelve a estar en una gran final a nivel de selecciones.

Para que vean que no es solo fútbol, la Reina Isabel II le envió una carta al plantel inglés.

“Envío mis buenos deseos para mañana con la esperanza de que la historia registre no solo su triunfo, sino también el espíritu, compromiso y orgullo con el que se han comportado”, decía parte del escrito de la monarca.

El asistente de Mancini y su cábala un poco agitada

Antes del primer partido de Italia ante Turquía en esta Eurocopa se dio un hecho particular. El colectivo casi casi se olvidó del asistente Gianluca Vialli, mano derecha de Mancini. El profesional alcanzó al micro a los cien metros tras un trote mbarete.

Como ganaron desde el debut… esa es la cábala de los tanos antes de cada encuentro y obviamente ayer no fue la excepción. Vialli fue el último en subirse al micro antes de partir a Londres para la gran final.