“Es muy emocionante ver a las familias que llegan para dar gracias porque fueron sanadas por la Virgen de Caacupé”, dijo monseñor Valenzuela.

En medio de miles de muertes, tragedias, dolor y tantas preguntas sin respuestas por la pandemia del coronavirus, un rayo de esperanza se enciende. Los números cada vez son más alentadores y aunque se anuncia una tercera ola, la fe de que todo este calvario terminará pronto está latente.

Por un lado, muchas familias están llorando a sus muertos, pero por el otro hay quienes acuden a la Basílica de Caacupé a agradecer que fueron sanados tras entregar sus vidas a la Virgencita Azul. Al menos es lo que detalló monseñor Ricardo Valenzuela en charla con Crónica.

“Emociona mucho ver a las familias que llegan para agradecer que fueron sanados por la Virgen de Caacupé. Incluso hay quienes hablan de un milagro, personas a quienes los médicos ya no le dieron muchas esperanzas. Son testimonios alentadores”, relató el padre.

Muchos no pueden evitar soltar alguna que otra lágrima al recordar el calvario que pasaron en el hospital, según el sacerdote. “Hay quienes incluso ya vienen peregrinando, porque su promesa era que al salir sanos del hospital vendrían hasta acá”, expresó.

Valenzuela expresó que la pandemia hizo que la gente busque a Dios y se pudo ver la solidaridad del pueblo paraguayo. “Muchos que estaban apartados se acercaron a la iglesia y otros incrementaron su fe. En este tiempo de pandemia se pudo ver la solidaridad del paraguayo, hubo mucha solidaridad, mucha ayuda al prójimo”, expresó.

8 de diciembre: estima que estarían unas mil personas

Con respecto a la festividad caacupeña del 8 de diciembre, que cada vez está más cerca, el pa’i Ricardo Valenzuela contó que ya se está trabajando con un protocolo tentativo. Relató que en la explanada se permitiría alrededor de mil personas distribuidas en cuadrantes.

“Habrá cuatro cuadrantes y en cada cuadrante estarán entre 200 a 300 personas. Podría entonces llegar a las mil personas o superar incluso”, expresó. Dijo que no se permitirá el ingreso de las personas que no tengan tapabocas, se trabajará con el distanciamiento físico y además deberán utilizar alcohol en las manos.

“Vamos a ser bastante estrictos para poder colaborar con el Ministerio de Salud y de esta forma disminuir el contagio”, expresó.

Podrán acercarse, pero no tocarán a la Virgencita he’i

Como la gente generalmente acude a la iglesia con el fin de acercarse y verle a la Virgencita Azul, se estará trabajando en un protocolo que permita que eso sea posible, pero avei habrá distanciamiento con la santa madre.

“Se pondrán vallados probablemente y se permitirá el ingreso de las personas por turno. La gente se podrá acercar a la Virgen, pero manteniendo también un distanciamiento para resguardar la imagen”, expresó.

“Para nosotros esto es alegría, que la gente pueda volver a verle a su patrona. Que la gente vuelva a encontrarse cara a cara con la Virgen, ya hacía mucha falta”, dijo.