Con oraciones los comerciantes de Puerto Elsa (Nanawa) esperan ablandar el corazón de las autoridades para que abran la frontera con Argentina.

Sin salida ndaje se sienten los comerciantes de Nanawa, conocida también como Puerto Elsa, quienes desde marzo del año pasado quedaron “atrapados”, ya que de un día para otro se cerró la frontera con la Argentina por culpa de la pandemia del covid. “Lo único que podemos hacer ahora es rezar para que se ablande el corazón de las autoridades argentinas y puedan abrir sus fronteras y volver a darle vida a nuestra ciudad. Acá no sabemos hacer otra cosa que ser comerciantes, además no hay nada en qué trabajar que no sea el comercio y lastimosamente para nuestro gobierno no existimos”, dijo doña Juliana Segovia, quien se dedica a la venta de cosméticos en la zona.

Varios comerciantes aseguraron que los primeros 5 meses fueron los peores, ya que mucha gente se quedó de la nada sin el sustento. “Los más afectados fueron los paseros que tienen que vender jugos o dulces ahora. No había otra cosa que hacer, muchas familias se juntaban y colaboran con lo que tenían para poder comer algo.

Ahora de a poco, después de que la mayoría se vacunó, empezamos a tener un poco más de clientela. Rogamos al Gobierno que interceda para que se pueda abrir la frontera para volver a trabajar como antes”, expresó Cristina Díaz, una de las comerciantes.

Díaz aseguró que el principal problema que tienen en estos momentos es que entre los propios comerciantes hay quienes se niegan a recibir la vacuna y que ese es uno de los principales requisitos de los argentinos para el ingreso a su país.

Muchos niños iban a clases a Clorinda

“En estos momentos mi principal preocupación es que mis dos hijos se van a la escuela en Clorinda, allá la modalidad ya es también presencial y virtual, pero desde el año que viene ya va a ser todo presencial, para eso ellos ya están vacunando a los niños desde los 12 años, pero en nuestro país no sabemos cuándo se les va a vacunar a los niños. Si ellos no se vacunan no van a poder asistir a la escuela y en realidad la enseñanza de allá es total mente diferente a la de nuestro país, es impresionante la diferencia que hay con solo cruzar un puente”, dijo doña Claudia.

Suspendieron los tratamientos

“En cuanto a salud es muy diferente la atención, en Clorinda tenemos todo gratis, consulta, medicamentos y estudios. En ese sentido también nos afectó muchísimo el cierre del puente, nos quedamos sin fuente de ingreso porque ya no podíamos traer mercaderías para revender y mucha gente tuvo que suspender sus tratamientos médicos y campanearse con remedios yuyos porque en nuestro país la salud es muy cara”, dijo don Marcelino.