Como es costumbre en honor al santo patrono de las mascotas, San Francisco de Asís, los Hermanos Franciscanos Capuchinos realizaron ayer desde las 6 de la mañana la bendición de las mascotas. Al lugar acudieron animalitos de varias especies que fueron llevados por sus humanos para recibir la bendición. Loros, tortugas, gatos, conejos, perros y hasta monos fueron acercados por los devotos para que fueran bendecidos.
Uno de los peluditos que más llamaron la atención fue “Ka’ícho”, un mono de la Amazonia que desde hace 20 años recibe la bendición de los capuchinos gracias a que su “mamá humana”, doña Alejandrina, lo cuidó casi desde que nació.
“‘Ka’ícho’ había sido rescatado por mi hijo veterinario cuando era un bebé. Al parecer habían matado a su mamá para quitarle el monito. Lo último que quería en mi casa era un mono, pero ante la insistencia de mi hijo permití que se quede con nosotros. Hoy día él es el más mimado de mi casa”, dijo la doña con una sonrisa de oreja a oreja.
“Le daba de comer como aun bebé en biberón y de a poco me fui encariñando con él hasta que se convirtió en la mascota más mi nada de mi casa, que por cierto esta llena de animales. Fue creciendo suelto, pero después empezó a ser malito, por lo que tuvimos que tenerlo en una pieza solo para él, allí tiene su cama y su privacidad”, he’i
Dueña cree que gracias a la bendición el mono sigue vivo
Alejandrina dijo que está convencida que gracias a la bendición que recibe “Ka’ícho” cada año goza de una vida prolongada y buena salud. “Creo que al traerlos para la bendición le estoy dando las gracias a Dios por mis mascotas. Tengo muchas en casa pero el que mayor tiempo está con nosotros es ‘Ka’ícho’, por eso es muy malcriado”, he’i. Contó que es muy mimado por todos y que aparte de ser amante de las frutas y verduras su debilidad es el bori bori, aunque también le encantan la chipa y la sopa.
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