Bruno aseguró que el silencio del año pasado terminó, ahora volvió Caacupé y las esperanzas aumentaron.

Después de más de un año la gran fiesta en honor a la Virgen de Caacupé se va a poder hacer nuevamente. Tanto autoridades de la iglesia como del Gobierno Nacional informaron que el rollo este año sí podrá peregrinar hasta la Villa Serrana para cumplir con su promesa a la Virgen de los Milagros.

Bruno Martínez sintió la gran felicidad de las personas después de que salió a flote esta gran noticia, ya que contó que el rollo se fue junto a él. Explicó que se dedica a la reparación de santos de todo tipo en la zona del Mercado Nº 4 y explicó que muchos de sus clientes volvieron con sus imágenes accidentadas durante la pandemia para que puedan ser reparadas antes de que llegue la gran fecha en la que tienen que llegar peregrinando hasta la Basílica de Caacupé.

“Estábamos esperando nosotros también la noticia porque dependíamos de eso para que podamos tener un poco de movimiento en estas fechas. Nos llegaron muchos clientes desde ayer, nos llamaron de todas partes para poder arreglar los santos que se golpearon durante la pandemia”, explicó el hombre.

Comentó que en su mayoría los que se van junto a ellos son los que tiene a la Virgen de Caacupé y ellos se encargan de ponerles “chuchi” para el 8 de diciembre, ya que muchos peregrinan con su santa en manos hasta la Basílica. “Nosotros hacemos milagros con las imágenes, reconstruimos hasta los que estaban rotos en pedazos”, dijo el hombre. Bruno comentó que se dedica a este trabajo desde hace muchos años y con su gran talento logró reparar hasta las imágenes más antiguas del país.

Un silencio total el año ha pasado

El silencio del año pasado dejó a muchas familias sin las esperanzas.

La fiesta mariana había sido suspendida por el gran brote del covid-19 en todo el país por lo que nadie pudo sacar a su Virgen para que pueda peregrinar hasta la Villa Serrana.

Bruno contó que sintieron como la fe se fue apagando por culpa de la enfermedad que metió en una gran desesperación a todo el mundo.

“Nadie se acordaba de la Virgen, de nada, todo era miedo. Fue un silencio total el año pasado, no pudimos trabajar por culpa del encierro”, recordó el hombre.

Explicó que tuvieron que enfrentar grandes pérdidas por culpa de la suspensión de la fiesta de Caacupé, ya que tampoco pudieron vender nada de las imágenes que siempre ponen a la venta.

“Ahora vamos a recuperarnos, tenemos muchas esperanzas”

El anuncio de la peregrinación y todo lo que conlleva la fiesta de Caacupé vino como anillo al dedo a todos los comerciantes ndajeko.

Bruno explicó que con la familia siempre se van hasta la Basílica para poder vender sus artesanías y contó que este año van a poder chulear la crisis gracias a eso. “Nuestra esperanza de todos los años es diciembre nomás siempre, Caacupé y después las fiestas. El año pasado estuvo todo muerto, pero este año vamos a recuperarnos con todo, tenemos muchas esperanzas”, dijo el hombre.

Explicó que ante el aumento de precios de varios materiales van a tener que hacer un pequeño reajuste, pero siempre “sin perjudicar el bolsillo de nuestros clientes”.