El Poder Ejecutivo va con todo para limpiar las instituciones públicas de los tekorei que cobran sueldazos sin trabajar. Por esa razón, se sacó una resolución que obliga a todos funcionarios estatales a marcar a través de relojes biométricos la entrada y salida de sus puestos de trabajo.
También se realizará un vicheo anual para detectar a los planilleros y sancionar a quienes no van a trabajar y tampoco justifican sus ausencias.
Tanto los funcionarios permanentes, contratados y comisionados, como quienes ocupan altos cargos como viceministros, directores, jefes de departamentos y gerentes, están obligados a marcar su asistencia. Esta reglamentación empezará a regir desde el 4 de enero próximo.
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