El dengue no es joda. Y cada vez crece más la preocupación en todos lados sobre su proliferación, incluso en las comisarías y sus alrededores donde el akãrasy eterno son los “cadáveres” de motocicletas y vehículos que se encuentran tirados en las dependencias, causando no solo polución visual, sino actualmente un peligro latente respecto a la “enfermedad del momento”.
Los comisarios hablaron sobre esto y comentaron que durante todo el año es un problemón este tema, pero especialmente ahora se convierte en un guarara con los vecinos que no dudan dos veces en pedir que se limpien todo. Aseguraron que el tema se les escapa de las manos.
Amado Cantero, comisario de la 1.ª Central, manifestó que varios de sus tahachi ya tuvieron la enfermedad. “No sé si les tomó acá, pero es de alta peligrosidad”, dijo. Por su parte, Víctor Vera, de la 15.ª de Barcequillo, he’i que limpian después de cada lluvia y hacen una barrida general con todos los oficiales de guardia, cada viernes.
La mayoría de estos son producto de accidentes de tránsito, por lo que juntan agua en todos los agujeros posibles. Los oficiales se dedican a la limpieza en cada komi, pero ni las munis ni el Ministerio Público cuentan con lugares que hagan de “cementerio” para todos los rodados en desuso que tienen.
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