ARGENTINA. Se llama Natalia Reynoso y dice que “vivir tranquila y feliz” es su gran secreto para llegar a esa adad. Apagó nada más y nada menos que ¡116 velas!, lo que la convierte en la argentina más longeva y la convierte en una de las mujeres más ancianas del mundo.
Se le dice “Chiquita”, fue domadora de caballos y trabajadora del campo, aunque hoy, 116 inviernos después, apenas pronuncia palabras y ni siquiera puede levantarse de la silla.
Ndaje ella quiere vivir hasta los 120 años porque su madre llegó a esa edad, a la vez que cuenta que su padre vivió hasta los 102.
“No tengo a nadie que me caliente la cabeza”, dice la doña, refiriéndose a que nadie la pone nerviosa. En el festejo que le hicieron, le cantaron el “feliz cumpleaños” sus familiares y estuvieron algunas autoridades, como el senador nacional Alfredo De Angeli y Juan Amaya, coordinador del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en Entre Ríos. Le pusieron corona de reina y partieron una enorme torta bañada de blanco.
ITALIANA
Natalia tiene solo ocho meses menos que Emma Morano, la italiana que tiene el título de ser la más anciana del mundo, y que es la única viva desde el siglo XIX, ya que nació el 29 de noviembre de 1899, según el Grupo de Investigación Gerontológica.
Comentarios