Más de 200 tatuadores demuestran su arte en un encuentro caté de tatuadores que se desarrolla en Bolivia, donde el ídolo es el “Diablo” colombiano, Caim Mortis.
En contacto con los medios, Mortis se considera “un híbrido”, mitad humano y mitad animal, al tener más del 70% de su cuerpo tatuado y varias modificaciones producto de una veintena de tuneados que se hizo.
Si bien no se considera un demonio, cree que le dieron ese apodo porque tiene unos cuernos en la cabeza.
El colombiano tiene implantes debajo de la piel en los pómulos, en los brazos y en la frente con la forma de cuernos. Está de invitado en la I Convención de Arte Corporal Ajayu Tattoo, donde será jurado para evaluar a los artistas seleccionados de Argentina, Chile, Colombia, Perú y Bolivia para la exhibición y la competencia.
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