Muchos aseguran que el “viejo de la bolsa” existe. Y es cierto. Vive en Tablada Nueva, Asunción. Pero no es el malo que lleva a las criaturas, no. Al contrario. Es un don que amanece cada día con un solo objetivo: conseguir el sustento para su familia.

Se llama Mario Aquino y se dedica hace muchos años a juntar hule en la zona. “Kóa la el famoso: literalmente si no tengo qué comer ha’úta hule hína (risas)”, bromeó. “Me llevó la situación económica a esto, y no me puedo quedar de brazos cruzados”, expresó y agregó que “es un trabajo humilde, pero es mejor juntar hule que salir a robar”, añadió.

El don asegura que por día junta más de mil polietilenos de los alrededores de las churerías umía. Los lava, los deja bien limpios y los vende. “Se vende a 700 guaraníes el kilo. Suelo hacer entre 40 mil y 60 mil por día”, agregó. En la zona algunos lo llaman el “viejo de la bolsa” porque todos los días desde muy temprano ya recorre por las calles en busca de esa cosa que le da de comer.

Desde las 4 de la mañana don Mario ya comienza su recorrida por el lugar, que dura hasta pasadas las horas de la tarde. Con lo que gana con el “huleo”, puede pagar la luz, y además la comida para la familia. “Mi esposa se dedica al reciclaje. Ambos luchamos por y para nuestros hijos. Tenemos 5 hijos”, contó. El dinero que da el cartón es poco “por el sacrificio que hacés”, pero mucha gente suele ayudarlos, entregándoles ropa o algo de comida cuando los ven.

“Hago para que mis hijos vean sacrificio”, he’i

Don Mario comentó que anteriormente se dedicaba a la pesca, pero lo tuvo que dejar por el momento y dedicarse exclusivamente a recolectar hule en los alrededores. “Yo como padre de familia debo demostrar a mis hijos que en esta vida hay que luchar para conseguir las cosas. Mostrándole el buen camino y no lo malo”, dijo. “Tengo que dar el ejemplo para que mis hijos vean el sacrificio y puedan ser gente de bien”, agregó.