• PEDALEO A FULL. Recorre unos 30 kilómetros para llegar a su puesto donde ofrece sus empanadas a mil’i. Así sacó adelante a 5 hijos

“En toda América, la mujer paraguaya es la más gloriosa y sacrificada”, había dicho en su momento el papa Francisco. Y ña Marina Ramírez (64) es un fiel ejemplo de ello. Hace un poco más de 25 años que la doña pedalea su bicicleta todos los días unos 30 kilómetros para ir a vender sus empanadas caseras en Concepción.

No sabe lo que es tener un momento libre. Se levanta a las 4 de la mañana, desayuna, prepara su canasta con empanadas y sale de su vivienda ubicada en la compañía Rincon’i, rumbo a su puesto de trabajo que queda a unos 30 kilómetros, específicamente en casa de la familia Peralta. No importa si llueve, si haga calor o frío, ña Marina está ahí, luchando por su familia.

Su foto donde se la ve encima de su bicicleta se hizo viral luego de la publicación de la página “Concepción Rohayhu” y muchos alabaron el esfuerzo que hace la abuelita para llevar el pan de cada día a la casa.

Madre soltera

La misma comentó a Crónica que desde niña trabajó siempre honradamente. Ya en su juventud supo lo que es ponerse los pantalones en la casa. Es madre soltera y con mucho esfuerzo y sacrificio sacó adelante a sus 5 hijos, que hoy en día están todos casados. “Ellos siempre están para mí, pero yo hago esto porque es lo que me mantiene en pie y para dar lo mejor a mis nietos”, dijo. Pero su labor no termina ahí. Ni bien vende todas sus empanadas caseras, la doña toma su medio de transporte y pedalea otros 10 kilómetros aproximadamente hasta la casa de la familia Álvarez donde trabaja como empleada avei. “En la vida hay que sacrificarse. Yo estoy feliz con lo que hago porque todo lo hago honradamente”, he’i.

“Mi bicicleta es mi compañera, mi amiga, sin ella no soy nada”

Ña Marina he’i que su bicicleta es su fiel compañera y que ya se acostumbró al pedaleo. “Hace 25 años que lo hago. Mi bicicleta es mi compañera, es mi amiga, sin ella no soy nada”, dijo y agregó que la bici es el secreto de su buen estado de salud, ya que mantiene una vitalidad que a ella misma le sorprende. “Soy feliz andando en dos ruedas, por que nadie me molesta”, dijo. La doña comentó que su andar en su medio de transporte la hizo conocida entre los vecinos del sector y de otros lugares. “Aquí todos me conocen”, he’i.

Le robaron su bicicleta dos veces anga

La abu he’i que la bicicleta que tiene actualmente fue un regalo de una pareja a quien agradece profundamente. “Es que me robaron dos bicicletas”, dijo. Pese a todo, la mujer no se rindió y siguió en la lucha. “Dios siempre pone gente buena en tu camino, como esta pareja que me regaló para mi bicicleta”,dijo. Agregó que dos veces peleó con asaltantes que le salieron en el camino con intenciones de robarle. “Me defendí como pude. Es la inseguridad que hay hoy en día”, comentó.

A mil’i

Ña Marina es una de las pocas que sigue vendiendo a ese precio las empanadas.

200 por día

La mujer comentó que todos los días prepara esta cantidad de empanadas para vender.