Quienes no tienen vehículos y deben trasladarse de un lugar a otro usando el sistema de transporte público debieron pasar en el día de ayer hoooras esperando la aparición de algún micro que los lleve a destino, o al menos que los acerque, atendiendo a que ayer la mayoría brilló por su ausencia.

Después de los festejos, fueron los taxistas quienes aprovecharon al máximo esta situación, ya que en diferentes paradas era casi una “postal” ver a la gente esperando que aparezca “algo”. Muchos de ellos, como lógico, con cara de cansancio luego de haber dormido poco.

Mucha gente necesitó desplazarse, sobre todo los que volvían del trabajo, sino también aquellos que debían presentarse a laburar, siendo sin dudas los más perjudicados.