Contra todo y contra todos. Miguel Benítez volvía a Olimpia en ese 2002 después de una terrible lesión en la rodilla. Incluso, muchos profesionales le dijeron que ya busque otro empleo porque en el fútbol ya no tenía caso. El “Peque” se la jugó y la Franja también apostó por él. Alcanzó la gloria, después de mucha mala pata en su carrera.

“Lo más fuerte que tenía ese grupo era el orden, todos nos ayudábamos entre todos. No había uno que se creía más jugador que otro. Como se dice, comúnmente, todos tirábamos el carro”, he’i Benítez, un poco nostálgico por esa gran gesta.

“La unión del grupo podía contra todos. Nos mentalizábamos que teníamos que ganar porque teníamos la camiseta de Olimpia”, siguió.

Además, tiró piropos de aquellos a Nery Pumpido, entrenador en ese entonces. “Lo bueno de Nery es que vino y tuvo la muñeca suficiente para armar rápido un equipo”, remató el exjugador.