Los delincuentes, a la hora de actuar, jamás respetaron a señoras de edad, ancianos y mujeres. Pero lo que se vivió en la tarde-noche del miércoles 21 ahondó más la lacra humana que son. Tres criaturas, cuyas edades iban entre 8 a 12 años estaban jugando en la vereda del barrio asunceno de Trinidad, sin sospechar que se iban a llevar el susto de sus vidas. 

Estaban de lo más entretenidos jugando con sus celulares, esos jueguitos típicos de ahora, hasta que aparecieron de la nada dos ñatos moto ári por la zona, pasando despacito por enfrente del lugar en donde se encontraban los inocentes jugando. 

Cuando los sinvergüenzos pasaron de nuevo por en frente de los chicos, se les tiró encima uno de los maleantes y les despojó a los chiquillos de sus aparatos de comunicación, por lo que los inocentes salieron huyendo despavorido a los llantos y gritos. Una vez que consumaron el hecho delictivo, los supuestos asaltantes de niños salieron rajado con los teléfonos ajenos.