A PLACER. El “Indio” no opuso mucha resistencia y hasta se salvó de una goleada. Antonio Bareiro y Ángel Cardozo Lucena, los goleadores. El cuadro de Aldo Bobadilla mantiene el pulso con los de arriba.

Libertad no necesitó esforzarse demasiado para volver a desnudar las grandes deficiencias de Guaraní, al que ganó sin despeinarse por 2-0. Más allá de un primer tiempo ultraaburrido, sin goles, al cuadro de Bobadilla le bastó un impulso para hacerse ganador y liquidar el pleito.

El tanto inicial llegó al inicio del complemento, tras un córner que no pudo despejar la defensa aborigen. Antonio Bareiro, con una volea cañón rompió la paridad.

Guaraní nunca pudo hacerle oposición al Guma. Le faltó todo. No tuvo chispa y los que intentaron jugar, caso Rodolfo Gamarra y en alguna medida Bogarín, lo hicieron en forma aislada. Ninguna jugada bien hilvada y menos aún bien concluida. Ni los laterales lastimaron por los costados y tampoco los otros ofensivos hicieron daño. Y si a eso le sumamos la expulsión de Morel sobre el cierre de la primera etapa, mucho peor. Así, muy difícil.

Por ello, no fue extraño que Libertad llegara al segundo en un contragolpe magnífico, conducido por Alborno, que culminó en la atropellada de Ángel Cardozo Lucena.

Bien por el “Repollo” que hasta le hizo precio con el resultado a su rival, y nuevas penas para el “Indio”, cuya mejoría fue apenas una ilusión.

Ángel Cardozo

Enorme partido, corrió, marcó y encima convirtió el segundo gol de Libertad.

Mario Díaz de Vivar

Dirigió sin contratiempo alguno. Expulsó bien a Morel y amonestó lo justo.

“Teníamos que sumar para evitar quedar por el camino”

Para Antonio Bareiro, el Guma ganó merecidamente el partido y valoró los puntos conseguidos, más allá de su golazo. “Una victoria importante. En lo personal por el gol, pero más por los tres puntos. Teníamos que sumar para evitar quedarnos por el camino. Eso lo hablamos en el descanso y entramos con otra mentalidad en el segundo tiempo”, destacó.

Por otro lado, Fernando Burgo finalmente no seguiría como DT de Guaraní hasta el final del torneo, tras la pobre exhibición de su equipo.