CHINA. Una granja operada por una compañía farmacéutica produce anualmente 6 mil millones de cucarachas adultas. En el interior de la granja los insectos tienen la “libertad” de moverse para buscar alimentos y reproducirse, pero no pueden salir y jamás ven la luz del sol.
Un sistema de inteligencia artificial controla el criadero, regulando una serie de variables como la temperatura, las condiciones de humedad y el alimento disponible. El objetivo es que se reproduzcan lo más rápido posible.
La propiedades de estos bichos son cada vez más y por ende también crecen los productos derivados para ser utilizados en hospitales chinos. Una vez que alcanzan la edad adulta, las cucarachas son trituradas y procesadas para elaborar una poción muy utilizada por la medicina tradicional china.
Ese producto con aroma a pescado y de sabor dulzón se denomina Kangfuxin. Se utiliza para tratar gastroenteritis, úlceras duodenales y afecciones respiratorias, entre otras enfermedades.
Escapatoria
Hay gente que critica esta fábrica preguntando qué podría pasar si son liberadas.
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