“No me dejes sola con mi papi otra vez, el me besó en la boca y metió toda su mano en donde hago pipi” fueron las palabras de una pequeña de 3 años al no parar de llorar mientras le contaba a su madre cómo su padre le destrozaba su inocencia. Se trata de E. G. de 2 años, quien abusaba de su propia hija al quedarse a cargo mientras la madre salía a comprar algunas cosas al mercado en una localidad colombiana.
Apenas vió que su mujer se marchaba de la casa, agarró a su hija a cintarazos y la obligó a que se quite toda la ropa, se acueste en la cama y no grite. Llena de miedo, la pobrecita le pedía a su papá que ya no la golpee, pero a él no le importó, la agarró del cabello y la arrastró hasta su cuarto, la acostó en la cama y comenzó a manosearla.
Después de terminar tremendo acto comenzó a vestirse y de inmediato se dio a la fuga, al llegar la madre del mercado y entrar a su cuarto encontró a su hija llorando y temblando, pero pudo contarle a su mamá lo que su papá le hizo.
De inmediato la madre la llevó al hospital a la niña pues tenía una hemorragia muy fuerte, informando también a la policía. Pidió ayuda para que localizaran al hombre y lo hicieran pagar el daño que le ocasiono a la menor.
Gentileza: Cordillera sin Censura
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