Mi sueño siempre fue tener una familia, casarme, tener hijos, pero el problema es que me cuesta volver a empeñar el corazón o enamorarme. Tuve una relación fugaz que duró 5 meses, justo estaba terminando la Facultad y tenía que hacer una pasantía sin sueldo en aquel tiempo.

Es notable cómo cuando nos enamoramos hacemos cosas locas por la otra persona, mi novia vivía a unos 80 km de la ciudad donde vivo, me costaba visitarla, porque no tenía un ingreso, pero siempre estaba pendiente de ella.

Tuvimos relaciones, cuando empecé a ganar algo la invité a salir y salimos, ella vino a mi casa dos ó tres veces. Pasaron dos semanas y una amargura total, me dijo que estaba embarazada, pero que no era de mí. Ahí lloré, pero como nun  ca, me partió el alma saber eso; es más, lloré desde mi trabajo hasta mi casa, pero amargamente, parecía que alguien se murió…

Pasaron dos semanas más, yo seguía hablando, mensajeando, siempre pendiente de que a ella y a su bebé no le faltase nada, ahí me dijo que el padre de la criatura no se iba a hacer cargo.

Sentí mucha pena por un lado, pero por el otro se me abrió una luz de esperanza. Entonces fue ahí donde le propuse darle mi apellido y que yo me iba a hacer responsable.

Si bien ella no me dijo nada tampoco rechazó mi ayuda, todo se encaminaba bien, saqué tarjetas de créditos para cumplir con los gastos de la universidad de ella y los gastos de la criatura que estaba en camino.

En ese lapso me dijo que tenía novio y que la deje en paz. Con el tiempo ella perdió esa criatura, que yo ya la sentía como mía, después de eso me dediqué netamente a pagar mis deudas y las que heredé.

Ya pasó mucho tiempo de eso, y si bien me desespera el hecho de no tener una pareja porque sé que el hombre solo es feo, desde esa vez no puedo volver a confiar en las mujeres-

ALEXANDER, DE VILLARRICA, 23 AÑOS.