Un “mal negocio” resultó ser un intento de ñemonda en el barrio Mcal. Estigarribia, de la ciudad fronteriza de Pedro Juan Caballero. Un acusado de ser motochorro intentó quedarse con las cosas ajenas y le apretó a una menor de edad a eso de las 13:30 en pleno centro de PJC, según la denuncia.

Justo nio le vio un tío de la víctima y se inició una “vuelta al mundo” más o menos por las calles céntricas de la capital del Amambay, hakeko haku en la siesta de ayer. Un par de motocas se unieron al ñemuña y le demostraron que dos ruedas tienen más aguante que dos piernas.

Lo rodearon en una esquina y el pariente de la jovencita se bajó y le metió una sesión de “ablande corporal” totalmente gratis, gracias a la efectiva dosis de unos cuantos “cascazos” de por medio.

Pero el supuesto asaltante callejero no se dio por vencido y salió rajando nuevamente del lugar. Odispará como dos cuadras y se dio la vuelta en una esquina, y para tratar de despistar a sus perseguidores dio vuelta sobre sus pasos y oguata gua’u despacito por la vereda como si no era a él lo que le seguían.

Pero lomimonte ojepillá y empezó a correr la “última vuelta” por el barrio. El calor y los “kilómetros” recorridos ya hicieron de las suyas en su cuerpito y cuando se vio de nuevo rodeado no le quedó de otra que entregarse cual manso cordero en la esquina de la calle Rubio Ñu y Humaitá. Allí fue aprendido por los uniformados de la Comisaría 1.ª de esa ciudad, Marcos Ramón Prieto Areco (20).