Belén Alderete pasó momentos de terror y desesperación por la caja que llevaba su vestido para competir en Miss Universo

Belén Alderete, la Miss Universo Paraguay viajó el martes para participar del certamen Miss Universo que se realizará en Tailandia. Pero la cuerona tuvo un akãrasy jefe debido al traje alegórico que llevó. Según ñane Miss, el traje no podía ser doblado y debido a esto tuvo muchos inconvenientes.

“Hetáma asufrí por este traje, por Dios. Mi recomendación a otras misses es que sus trajes se puedan doblar, pero mi traje tiene unos detalles que no se pueden doblar y tiene que ir así mismo como se hizo”, empezó contando Belén.

La rubia ndirindindín relató que su primer problemón empezó en Paraguay. “Yo recibí mi traje alegórico el sábado de noche. Ya estaba todo, me había probado, se tenía que empaquetar y mandar. La idea que yo tenía era enviar por encomienda, pero ninguna empresa se quiso hacer responsable de una de las partes del traje porque es bastante delicada. Me rechazaron en todas partes”, contó la Miss y continuó: “Al final mi prima me fabricó una caja en que se puso el traje. Por suerte en la aerolínea solo se pagó el exceso. El lunes estuve todo el día detrás de eso. No se imaginan todo el trajín que llevó”.

Pero los inconvenientes para Belén no terminaron allí. Ya en el aeropuerto de San Pablo, el vestido alegórico le trajo otro problema.

“Casi no se fue mi traje. Akārasy nomás me da. La caja de mi traje no entraba en la máquina que inspecciona, no podían los guardias ver qué había adentro de la caja. Le lloré a la gente y cuando ya estaba por abrir la caja para que vean qué hay adentro, por suerte empujaron con una escoba y pasó por la máquina. Pasé un mal rato. No sé cómo pasó tranquilamente en Paraguay. Todo fue treinta minutos antes de embarcar y yo no podía solucionar, porque era dejar en San Pablo y que se tire la caja prácticamente. Empecé a llorar y parece que les di lástima a los guardias, me ayudaron empujando y pasó”, relató Belén.

“La caja del traje alegórico mide dos metros ochenta y no pasaba por la máquina. Mi quebranto era que se pueda ir, si después no puedo traer no me importa, solo quiero que llegue”, dijo Belén Alderete.