El día de ayer transcurrió vertiginosamente en Bolivia, donde la situación ya estaba ardiendo. Hacia el mediodía y ante la escalada de protestas surgió el anuncio del hasta entonces presidente Evo Morales, donde llamaba a la realización de nuevas elecciones presidenciales.

Sin embargo, un “pedido” de la cúpula militar que se levantó en su contra, al parecer, terminó por desequilibrar la balanza. Ocho horas después de su anuncio, Evo volvió a dar un mensaje, anunciando ya esta vez su renuncia como al cargo de presidente. Morales, que estuvo en el gobierno durante 14 años, ya había dejado La Paz en el avión presidencial para ese momento y se especulaba mucho sobre su destino.

Algunas noticias señalaban que había intentado un asilo en Argentina, lo que fue desmentido por el presidente Macri.

¿UN GOLPE? En su mensaje Evo definió todo como un golpe de Estado. “Mi pecado es ser dirigente sindical, ser indígena, ser cocalero. Estamos renunciando para que dejen de patear y agredir a nuestros hermanos”, dijo en su mensaje.