Don Rubén Ávalos (43) pintó por cuarta vez el Santuario de la Virgen de Caacupé. “Estoy feliz de poder hacer lo que mejor sé para ella”, expresó.

Con la mirada firme y pasos agigantados, se acercó don Rubén Darío Ávalos (43) al equipo periodístico de Crónica. Su cara denotaba felicidad cuando caminaba y en cada intervalo giraba la mirada hacia atrás para apreciar su gran obra de arte, la imponente Basílica de Caacupé. Santuario que se convirtió en una gran atracción después de que los rodillos y las manos de este valécho hombre y su gran equipo le hayan dado más vida por medio de los colores.

“Esta es la cuarta vez que me toca pintar la Basílica. Gracias a este lugar yo estoy donde estoy. La Virgen guió toda mi vida siempre”, expresó don Rubén al retener su concentración en los detalles más especiales de la iglesia. Parado en la explanada del tupão y con el sol en medio de la cabeza el pintor seguía relatando sus experiencias más lindas, que según él venían directo de la santa patrona.

“Pintando las paredes de la iglesia, cuando vine por primera vez conocí a la mujer que hoy en día es mi señora. Hace 25 años que nos conocimos”, afirmó. La fe y el amor se unieron para el pintor y fue ese momento en el que se dio cuenta que radicarse en la Capital Espiritual del país era su destino.

“Hace 19 años que vivo acá con mi familia. Somos muy devotos de la Virgen porque ella siempre nos acompañó y nos concedió muchos milagros, estoy feliz de poder hacer lo que mejor sé para ella, que es pintar”, le bajó Rubén emocionado al hojear su historia en la casa de la Virgen, que según contó fue la responsable de su gran felicidad.

Su primer milagro fue su hijo

Caminar sobre las antiguas piedras que en conjunto hacen el patio de la iglesia es casi común para Rubén, ya que todos los días va de visita a la madre del Paraguay.

“La iglesia para mí es como mi casa, siempre venimos con mi familia a agradecerle todo lo que nos da”, dijo. Los ojos brillaban de una manera particular, los sentimientos se juntaron para el pintor al recordar el primer gran milagro que la Virgen de Caacupé le concedió. “Mi señora tenía problemas para tener hijos, por eso todos los días le veníamos a pedir que nos regale eso y nos cumplió. Ese fue nuestro primer milagro”, recalcó el hombre feliz. Lo demás vino por añadidura para don Rubén, y ahora confirmó que se siente más bendecido porque tiene todo lo que una vez deseó. “Tengo mi casa, mi trabajo, mi señora y mis hijos, qué más puedo pedir”, afirmó.

CONTRATISTA. Don Rubén comentó que su vida siempre estuvo llena de bendiciones y más después de su primer trabajo en la Basílica. “Empecé como secretario y ahora ya soy contratista”, explicó el karai.

UN MES. Pintar toda la casa de la Virgen llevó su tiempo, ya que hacer bien el trabajo era la principal exigencia del pintor. “En un mes terminamos la parte de arriba, después abajo”, aclaró Rubén.

PROTEGIDOS. Pese a haber recibido varias críticas por la falta de protecciones durante el trabajo, el pintor aseguró que eso no fue problema. “Nosotros nos sentíamos protegidos por la Virgen”, le bajó.

RESPONSABLES. Todas las personas pudieron conocer las caras de los que hicieron que la Basílica luzca purete por medio de las fotos publicadas por Montana, la marca que proveyó las pinturas para la Virgencita.

Salud ya mandó remedios a bulto a Cordillera ra’e

Por la festividad mariana, Salud está preparándose a full para atender a los peregrinokuéra. Esta semana comenzaron a entregar los lotes de medicamentos e insumos para los 19 puestos de atención, en donde van a estar laburando 1.265 personales de blanco. En total 67 ítems ndaje ya se entregaron. Avei hay 42 ambulancias.

Piden no peregrinar con objetos de valor, joyas o mucha plata

Para que los promeseros puedan tener una buena caminata hasta la Basílica, la Policía Nacional dio una serie de recomendaciones para ir seguros. Pidieron no peregrinar con joyas, objetos de valor y recuerdan que hay que llevar solo el dinero justo para cubrir necesidades ndaje. Si te vas en auto manejá tranquilo y evitá adelantamientos.

Mirador de la Basílica estrena este año nuevas medidas de seguridad

Después de la misa que congrega a los fieles en la explanada del Santuario, es típico que los visitantes suban al mirador, en donde se puede leer y ver pinturas sobre la historia de la Virgen, mientras se sube los 140 escalones que llevan a la cima, en donde ahora se colocaron unas vallas en los muros para evitar accidentes.

Devota anónima donó 18 “casitas” de confesión he’i

El padre José Benítez contó que todos los arreglos que se hicieron para la Virgen fueron posibles gracias a muchas donaciones. En ese sentido, contó con la fe y gentileza de una doña, quien prefirió mantenerse en el anonimato. “Antes, el Santuario no contaba con confesionarios, ahora ya tenemos 18”, he’i feliz el pa’i.