Karen Espínola recordó su trágico accidente de auto que casi la dejó cuadripléjica. “Tengo secuelas”, cuenta la cuerona.

Karen Espínola es una modelo que el 31 de enero del 2010 entró a un túnel y vio en el fondo una luz blanca, pero se negó a llegar a ese lugar brillante. Todo esto pasó luego que Karen haya sufrido un terrible accidente automovilístico. La modelo estaba en su mejor momento. Salvaron su vida, pero estuvo al borde de quedar cuadripléjica.

El accidente la dejó durante varios meses postrada en cama y asistiendo a varias sesiones de rehabilitación. Para seguir su tratamiento de recuperar la movilidad y volver a caminar, Karen se mudó a Formosa donde los costos médicos eran casi gratuitos. A diez años de aquel doloroso accidente, Karen recordó cómo fue volver a la vida.

“Hace diez años las sensaciones fueron muchas y las emociones aún perduran en mi mente. Ese momento único, inexplicable en el cual no alcanzo para expresar todo aquello que sentí en ese momento. Para muchos pudo haber sido tan solo un episodio, un accidente, pero más allá de todo eso, para mí la vida y la muerte decidieron enfrentarme y sin pedirme permiso”, empezó diciendo Karen.

Luego del accidente tuvo que cambiar en todos los sentidos. “Yo no sería la persona que soy hoy. Gracias a Dios y la Virgencita de Caacupé por darme una segunda oportunidad de vida. Por poder disfrutar en poder ver, sentir, hablar, comer y poder caminar sin depender de algún aparato”, dijo la modelo.

El accidente dejó más que recuerdos en la bella morena. “Tengo secuelas, pero cada día que pasa lo voy superando y la vida me va enseñando que hay que vivirla a la manera que uno pueda, pero hay que vivirla bien y feliz”, dijo la cuerona.

La modelo pasa por días terribles de dolores en la zona de la cadera. “Tengo muchos problemas con la cadera y coxis que hasta hoy día sigo con tratamiento. No puedo irme al gym por ejemplo. Solo puedo hacer acuagym”, dijo Karen.

Al ser consultada si volvió a manejar con miedo, respondió que “hasta ahora no puedo manejar. Estoy intentando, pero sigo con mucho miedo. Ese momento nunca se me ve a borrar de la mente. Cierro los ojos, veo y lo siento. Pero estoy feliz y enamorada de mí misma con mis defectos y virtudes. Conforme con mi cuerpo a pesar que no puedo irme al gym y estar físicamente como antes. Ahora soy así y soy feliz. Vivir y caminar sin aparatos para mí es lo más valioso”.

CON CORSET. Karen Espínola recordó que gracias a un corset termostático y un cuello ortopédico, se evitó que vaya a una operación de la columna vertebral con un alto porcentaje de riesgo.