Con un tyeraku tremendo con las lesiones, Cerro hizo frente a un chute difícil y se trajo un resultado «remontable»

¡Qué mala pata! Literalmente. Es que a partir de las lesiones que sufrieron los centrales Cáceres y su reemplazante Amorebieta, a «Chiqui» se le complicó el libreto al quedarse sin cambios. Pero así y todo, se las arregló para traer un resultado que, dentro de todo, es remontable.

A lo largo de los 90′, las cosas fueron parejas. Barcelona jamás fue más que Cerro y hasta el empate hubiera sonado a justo. Pero no quiso ser, Eso si, la serie está abierta y cualquiera de los dos podría sacar boletos a la fase de grupos de esta Libertadores 2020.

¿La diferencia? Una falta de Villasanti al borde del área permitió a Fidel, que viene fino en esta Copa, meter un golazo de tiro libre en el que Muñoz dejó la sensación que pudo hacer un poquito más.

Lejos de achicarse, el Ciclón buscó seguir siendo protagonista. Y tuvo chances incluso de llegar a la paridad antes de que se vaya la primera parte. Carrizo estuvo muy cerca de pegar el grito minutos después de estar en desventaja, y hasta Haedo de cabeza hizo saltar a más de uno en la bodega de la esquina.

Eso sí, Barcelona no es que se tiró atrás y fue también al frente aunque sin inquietar mucho, salvo un cabezazo de Fidel ya en el alargue de la primera parte que si mostraban la repetición, seguro que entraba.

En el complemento, “Chiqui” tuvo que “liquidar” los cambios, todos por lesión. La temperatura subió unos cuantos grados. El partido se hizo más trabado y los “cara a cara” se dieron con frecuencia. El fútbol se volvió más bien físico. Heta la guapo hína. Pero Cerro, mbaretépe, siempre fue para arriba. Eso sí, en ese constante ir se expuso al segundo en más de una ocasión. Incluso Arzamendia terminó sacando una casi de la raya.