“En el ruedo ofrezco mi vida para ganar un poco de plata. En la granja doy mi espíritu y fuerza para salir adelante”, dijo

POR RODRIGO VALDEZ (@rodrisamuvaldez)

Tiene 25 años, le gusta escuchar polca, se inspira en muchos y desde que tiene 15 años se juega la vida delante de toros de 500 kilos que en todo momento podrían partirle en dos.

Siendo niño, no hace tanto, Luis “Pila” Ramírez soñaba con ser figura del toreo.

Hoy, tal vez sea uno de los mejores en nuestro país. “Se nace torero, lo que es muy distinto a sentirse torero”, contó a Crónica el hombre quien vive en 25 de Diciembre, San Pedro.

El joven deslumbró en cada ruedo que existe en nuestro país, como así también en Brasil, Argentina y Bolivia. Pero hoy, a consecuencia de la cuarentena que se vive por culpa de la pandemia, Luis tiene un presente diferente. De dejar el alma en el ruedo, ahora deja el espíritu y toda su energía en su granja.

“Las ferias taurinas pararon completamente. Tengo que sobrevivir y eso depende solo de uno, a puro puño. Pasé de torero a granjero con mucho orgullo. Cultivo y salgo a vender lo que produzco”, confesó.

“Solo quiero ser un ejemplo para los jóvenes y decirles que todo depende de uno para salir adelante”, agregó.

Luis comentó que extraña pisar el ruedo y encarar a los toros, pese a que allí zafó de la muerte en varias ocasiones y ya llegó a recibir más ¡de 12 corneadas!

“Ser torero no es una mera profesión, es ser artista, requiere de mucha disciplina. No es solo coraje y ya te sale todo, no. Tenés que ser atleta más que un jugador de fútbol incluso para estar al 100% porque es muy riesgoso”, dijo.

“En el ruedo ofrezco mi vida para ganar un poco de plata. En la granja doy mi espíritu y fuerza para salir adelante”, sostuvo.

“Lo nuestro no es locura, es pasión”, dijo

“Comencé a los 15 años en lo que es ser torero. Siempre me gustó. A mi familia no, pero asumí el desafío. Comencé con Gabriel Gabo (+), a quien aprecio y extraño muchísimo. Pertenezco a los “Coloso Paraguariense”, estoy en la cuadrilla. Todos allí amamos lo que hacemos. Nos dicen locos, pero lo nuestro no es locura sino pasión”, dijo. “Ahora me dedico a la granja. Terminaron las fiestas en el ruedo por esta pandemia y tenemos que hacer algo para sobrevivir. Vivo solo y a las 4 de la mañana ya estoy entre la granja y los animales. Planté pepinos, zapallitos, ere eréa. Gracias a Dios me va bien”, comentó.

Muchísimas heridas: “Varias veces me salvé de la muerte”

Cada vez que Luis observa su pierna izquierda recuerda que es torero. Y es que allí está la “figura” de una enorme cicatriz de 17 puntos. Esa tan solo es una de las más de 10 que tiene.

“Varias veces me salvé de la muerte. Como te digo es riesgoso esto. En la pierna izquierda recibí una corneada que me dejó 17 punos. Luego tengo otras de 2 o 3 puntos en diferentes partes del cuerpo. Ya recibí como 12 corneadas”, dijo.

A la consulta qué opina de los que dicen que maltratan a los animales, Luis dijo “nosotros no le maltratamos a los animales, lo que hacemos es acrobacia y arte, y no como los que hacen en España por ejemplo, no le hacemos daño a los animales”, sostuvo.

OTROS DATOS

ERE ERÉA

“Salgo a ofrecer las verduras. Hago de verdulero y también soy panadero y confitero. Hago de todo jaja”, sostuvo. “Quiero que los jóvenes vean que sí se puede, pese a todo”, dijo.

EVENTO VIRTUAL

“Para este sábado estamos organizando un evento taurino virtual porque hace mucho ya no podemos hacer nada y queremos hacer algo así. Esperamos el apoyo”, tiró