Su vida siempre estuvo marcada por la tristeza, se siente incomprendido, ya nada le gusta, y sostiene una sonrisa falsa en el rostro, le duele tanto la situación que le rodea

Mi vida siempre fue difícil, mi niñez no fue fácil, crecí en un ámbito de violencia. A mi papá le gustaba mucho pegarnos mal, una vez me abofeteó en la escuela y en otra ocasión me rompió mi rodilla con la punta del cinto en casa por no haber terminado mi tarea. Cada falla que tenía ganaba un cintarazo y mis hermanos me pegaban en la cabeza, en total somos 7 en casa, con mi mamá y papá somos 9.

En la escuela era excluido, no tuve amigos ni amigas, en el amor nunca tuve suerte, recorrí en total 3 escuelas diferentes, en mi primer colegio tuve problemas con los profesores, mi papá habló en la reunión de que la cantina robaba mucho dinero y que entre todos se repartían… Y ni tiempo tenía más para mí y le comencé a retar y le dije que ya no le molesto más, que si me veía por la calle que no me salude más y me dijo bueno, si es tu decisión, como si yo fuera el malo. Yo tenía un amigo, era mi vecino, era muy bueno, pero cuando se dio cuenta de que era rico ni me miró más, le pedí trabajo y ni me mira, lo peor es que compartía mucho con él inclusive. Muchas veces le ayudé y le defendí, pero no gané nada… Ahora tengo 21 años, no consigo un trabajo. Regalé tantos currículos en vano, nunca se me llamó, después comencé a trabajar por mi cuenta vendiendo jugo.

Le compraba comida a mis hermanos, pero igual me trataban mal, hasta que me enojé y me aparté de ellos porque una vez nos agarramos y les dejé muy mal a ellos, incluso me quisieron expulsar de casa, pero ahora está todo bien entre nosotros porque yo les pedí disculpas. Lo que más rabia me da es cuando consigo un trabajo enseguida me liquidan y yo no robo nada, acaso ese es el precio por ser honesto y sincero, yo no rezo más. Le culpé a Dios, todos los días por mi mala suerte, cualquiera en mi caso hubiera caído en la droga, en el alcohol, incluso en el suicidio, pero nunca me entró eso en la cabeza.

Ahora vivo por vivir, ya nada me gusta, tengo una sonrisa falsa en el rostro, me duele tanto mi situación, mi barrio es peligroso, mis hermanas una vez le hincharon a unos drogadictos, yo las defendí y ni me agradecieron.

Me amenazaron de muerte, ese fue mi premio. Entré en la universidad y nadie quería incluirme en su grupo para exponer, yo no podía hacer solo porque no tenía computadora, así vivo yo, ya no sé qué hacer.

El pasado no me deja, sueño todos los días lo que pasó, no tengo paz, me cuesta salir adelante, busco a alguien para poder salir, una amiga tal vez, para desahogarme, pero lastimosamente no tengo. Estoy desesperado por mi vida, la ansiedad me persigue, el rencor se me acumula con el odio, la soledad no me falta.

Eso es todo lo que tengo que contar, no sé si soy el único con este problema, lo único que quiero es paz, amor y tranquilidad.

CEFERINO, DE ITÁ, 21 AÑOS

LA RESPUESTA: RESILIENCIA EN LA VIDA

Hacer frente a las dificultades que tiene la vida Cada persona tiene una historia personal diferente, pero las dificultades, los tropiezos y la violencia muchas veces son comunes en nuestra sociedad y más en nuestra cultura. Pero te animo a no dejarte vencer por ese pasado triste, mirá para adelante y busca aquellas cosas que te hagan sentir bien, a pesar de todo lo malo que pudiste haber pasado podés visualizar un futuro diferente si te decides a empezar.

De hecho eres un resiliente, se entiende como la capacidad que posee la persona para hacer frente a sus propios problemas, superar los obstáculos y no ceder a la presión, independientemente de la situación.

Muchas veces esta habilidad es desconocida y se descubre únicamente cuando se encuentra en medio de una situación difícil que logra superar gracias a la postura de lucha y de seguir adelante. La violencia en el seno familiar deja huellas, sería bueno empezar un proceso de psicoterapia para sacar afuera el odio, rencor y todo lo que te impide crecer.

Vivir “en la violencia”, ya sea psicológica, a veces también física, puede hacer que se normalice esta conducta. Muchas veces se aprende a reprimir las emociones o necesidades, y estar siempre alerta ante cualquier hecho que pudiera suscitarse en el hogar.

Lo que se recomienda es romper con ese círculo y darte una oportunidad de encontrar una mejor versión de la vida.

El destino, la suerte, el proyecto de vida, como lo quieras llamar, depende de vos y de cuánto estés dispuesto a hacer para cumplir tus sueños.