Un hombre fue condenado a la pena máxima de libertad prevista en la Ley 5.892/17 de Protección y bienestar animal, que es de dos años. Se trata de Julio Alberto Rivas (50), de Ñeembucú, quien en julio del año pasado había matado a machetazos a un perro y ocasionado graves heridas a un segundo perro de un vecino.

Cuando todos pensaban que el hombre cumpliría la pena en el penal de Tacumbú, finalmente no será así.

El hombre no pisará la cacerolita, ya que se le otorgó el beneficio de la suspensión a prueba de la ejecución de la condena y le impusieron reglas de conductas, tales como comparecer ante el juzgado Penal de Ejecución en forma trimestral, abstenerse al consumo de drogas o bebidas alcohólicas y la prohibición de adquirir mascotas por el término de dos años. Eso sí, si incumple una de estas medidas chauchesku.

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“Quiero decir que estoy muy arrepentido, lo hice sin pensar y sin medir las consecuencias, pido perdón a todos los que sufrieron por este hecho. Siento dolor por lo que hice, pido disculpas”, dijo Julio Rivas a Crónica.

El agente fiscal Víctor José Encina Franco de la Unidad Regional de Ñeembucú representó al Ministerio Público en la audiencia que derivó en la primera condena por maltrato animal en el Paraguay.

Festejo como institución y animaleros

Juan Manuel Enciso, titular de la Dirección Nacional de Defensa Animal, dijo a Crónica que es la primera vez que se tiene una condena por este tipo de hechos en Paraguay.

“Si bien la gente dice que es poco el castigo, lo que nosotros festejamos como institución, como animaleros de toda la vida, es que se cumplió un proceso en la Justicia paraguaya y se aplicó lo que dice la ley”, sostuvo.

“Antes se le enterraba al perro y se acabó. Hoy no. Se hizo una denuncia en la Fiscalía, se encuadra en un tipo penal la acción, se llevó a cabo el proceso como cualquier otro delito y hubo condena y eso muy importante”, agregó.

Animaleras: felices y avei decepcionadas

L a conocida animalera María Inés Vigo, del grupo “Narices Frías”, comentó a Crónica que se siente feliz por el avance que se logró.

“Feliz como una perdiz. Aunque la condena no es la que realmente queremos, es el primer paso para que pueda haber una modificación de la ley a futuro y se pueda conseguir que la pena sea más alta. Para nosotros es un gran avance”, sostuvo.

Por su parte, Nadia Vargas, de “Huellitas Paraguay”, dijo “nos sentimos muy felices, pero luego nos decepcionamos de las autoridades porque al final no es como lo mostraron, el condenado no paga multa ni va a la cárcel y me parece una burla”, dijo.

“Las medidas deberían ser más severas”

“Todo lo que sume a favor de los animales es aplaudible y lo festejamos”, dijo a Crónica la conocida animalera Diana Camarasa, quien agregó que hace un tiempo consiguió una sentencia similar a la que se dio en las últimas horas e incluso esa vez el condenado tuvo que realizar una donación consistente en un millón de guaraníes a la fundación “Olfateando Huellas”, por dos años.

“Lo que pasó me parece genial. Eso sí, las medidas me parecen muy pobres”, finalizó.

MÁS DE 500

Juan M Enciso, de la Dirección Nacional de Defensa Animal, comentó que tienen más de 500 denuncias por maltrato animal.