El joven Santiago Franco (35) camina siempre con la mirada hacia el suelo por las calles de San Lorenzo. No está triste, ni mucho menos es tímido. “Ya es una costumbre, sé que siempre hay algo escondido por ahí”, confesó. Hace un poco más de 5 años realiza una labor muy peculiar: “Buscar tesoros”.

Como la mayoría en esta época de pandemia tuvo que parar con los viajes que hacía por el interior del país o las visitas que realizaba a lugares históricos para tratar de “cazar” tesoros escondidos. Pero como para no dejar de hacer lo que tanto le apasiona, comenzó a rastrear por si las moscas en el patio de su casa. Y grande fue la sorpresa que se llevó cuando allí ¡encontró objetos escondidos debajo de la tierra!

“Un buscador de tesoros casi nunca busca en su casa o en su barrio. Yo lo hice porque por este tema de la pandemia no podemos viajar, y me llevé con esta sorpresa, encontré jarros y monedas. La pandemia nos trajo suerte”, dijo.

Lo mismo contó a Crónica don Damián Mereles (70), quien de niño creció viendo señales de plata yvyguy. “Yo solo, para evitar aglomeraciones, me puse a buscar en un yuyal de mi barrio aquí en Ñemby y me fue bien. Encontré cosas en lugares menos pensados y que no son históricos”, contó.

“Se volvió un deporte para muchos”, he’i

Renato Muller (30), un brasileño que tiene su negocio de ventas de maquinarias detectoras de metales en Fernando, comentó que muchos clientes llamaron para contar que en esta cuarentena encontraron objetos escondidos ¡en el predio de la casa! “Hace unos días nomás uno me llamó, probó la máquina, comenzó a cavar y a cavar y sorpresa, encontró cántaros de metales no tan grandes y monedas”, sostuvo. “El que busca tesoros se las ingenia siempre y lo hace porque es algo que apasiona”, finalizó.

“Paraguay está lleno de metales bien escondidos”

“Paraguay está lleno de objetos bien escondidos y a mí me encanta salir a buscar, igual nomás si no encuentro nada. Es algo que lo heredé de mi papá”, contó Santiago Franco. “Para nosotros buscar tesoros es como ir a pescar, nos relaja, nos mantiene apasionados”, explicó Renato Muller. “Las cosas más comunes que uno encuentra son cubiertas de bronce y plata, como así también monedas antiguas, jarros.

Ahora creció mucho el tema de buscar metales en las playas”, agregó Franco.