Decían que iban a tener 50 muertos solo por Covid, pero ahora solo llegan a los 3 o 4 por semana por diferentes causas.

Aunque en principio el panorama era auspicioso para las funerarias con el tema del Covid 19, ahora las cosas son totalmente diferentes a lo que se decía. Se hablaba de cientos de muertes por día, tanto así que se tenía miedo de que las funerarias no abastezcan, lo cierto y lo claro es que como nunca antes había pasado los que viven de los muertos avei se vieron afectados por la pandemia.

“Cuando nos llamaron para prepararnos nos decían que cada funeraria tenía que prepararse con 50 casos por día solo de Covid, pero fue todo lo contrario”, reconoció don Florentín Fleitas, de la Funeraria Fleitas de San Lo en contacto con Crónica Digital.

El karai reconoció que aunque siempre hay algo porque las muertes naturales o por enfermedades siempre suceden, los accidentes de tránsito dejaron de ser tantos como antes, al menos los primeros meses de la cuarentena, pues la gente se quedó en casa y ya no hacen el servicio de velatorio y todos los demás que acarreaba prepararle a un muerto para su despedida final.

“Antes alquilamos salón velatorio, retirábamos el muerto, le hacíamos formalización, teníamos que bañarle todo, ahora ya no, es ir a entregar el cajón, colocarle al muerto, hacer el traslado y ya está”, contó.

Relató que suelen tener entre 3 a 4 servicios a la semana, pero en épocas normales solían tener muchos más. “Yo estoy de todas formas trabajando bien, tengo clientes todavía, salvamos bien. Pero hay funerarias que se pelean por los muertos por la zona donde están pues tienen mucha competencia”, expresó.

Solo los enchapados se utilizan

Don Fleitas tiene su fundación aparte pero el caso está jodido porque he’i que el Gobierno dispuso que solo cajones enchapados se pueden utilizar ahora y cuestan muy caro.

“Están por encima de los 3 millones guaraníes y esos no son los cajones que da la fundación, si damos esos nos quedamos sin presupuesto”, dijo el karai. Agregó que al año reciben 50 millones de guaracas del Gobierno para darle cajones a los insolventes, pero muchas veces no alcanza para la cantidad de gente que necesita.