Maritza Julieth se mostró enojada con pintora que usó su imagen sin permiso para ganar plata.
“Me quisieron agarrar de mi pelo y yo le bofeteé ahí y le dije que por un 10 mil a mí no me van a llevar”, era la frase que le hizo conocida a la trans Maritza Julieth. El video se hizo viral a nivel mundial voi y cada tanto es utilizado entre loperro.
La escena de aquella entrevista a Maritza fue convertida incluso en arte. La artista Victoria Bedoya se encargó de retratar y plasmar en un cuadro que se puso a exposición y venta en la Manzana de la Rivera.
Pero esta situación no le gustó mucho a Maritza, quien desde Argentina, donde vive hace casi cinco años, reaccionó ante el cuadro y el uso de su imagen con fines de lucro.
“Todo lindo, todo lindo, pero voy a tener que hacer demanda porque me usan mi imagen y nunca nadie me pidió permiso. Ya esto me tiene podrida”, escribió Maritza en la página de “Fuga.py”, donde se exhibía avei el cuadro.
Mucha gente reaccionó al comentario y la comunidad gay se puso del lado de Maritza criticando a la artista.
Victoria Bedoya tuvo que salir a pedir disculpas y dijo que ya habló con Maritza para evitar que la situación pase por una demanda.
“Hoy aprendí una valiosa lección, a través de la experiencia, lastimosamente nos toca aprender por medio de nuestros errores, lo importante es permanecer siempre conscientes y hacer algo al respecto, cosa que hice yo”, escribió Victoria en sus redes y continuó: “Es muy importante no olvidar que ante todo siempre existe la posibilidad del diálogo, personalmente detesto la violencia y quiero dejar en claro que si en algún momento alguien tiene una inquietud hacia mi persona o mi trabajo que no dude en comunicarse y hablar conmigo, eso siempre será bienvenido”.
El cuadro pintado en óleo ya se vendió por 890 mil guaracas y mucha gente le pidió a la artista que comparta parte de su ganancia con Maritza.
“QUEREMOS JUSTICIA”
“Me cansé de la falsedad e hipocresía que había en el mundo trans en Paraguay y me vine a buscar otro rumbo”, había dicho Maritza en su momento cuando se lo ubicó viviendo en curepilandia. Allá dice que hace de todo un poco y que suele escuchar de repente por la calle, sobre todo entre la comunidad paraguaya, su famosa frase: “Por diez mil no me vas a llevar”.
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