Para mor ir pr imero hay que vivir. Para curarse primero hay que enfermarse.

Y aunque encerrados en cuarentena vivamos “a medias”, estadísticamente también “enfermamos” menos: de enero a julio (los dos primeros meses con epidemia de dengue y los siguientes 4 meses en pandemia por covid-19) se registraron en general a nivel país 4.177.323 consultas contra 6.470.541consultas del mismo periodo del año pasado y contra 5.531.497 del 2018, según datos estadísticos de Salud a la que accedió Crónica.

“La pandemia afectó las consultas, por eso se ve que hay menos que el año pasado, esto sobre todo cuando estuvimos en cuarentena total, los servicios estaban vacíos prácticamente y casi no había consultas. Luego fue aumentado cuando se fueron liberando las fases, pero lo que fue marzo y abril casi no hubo consultas”, explicó a Crónica Édgar Tullo, director de la Dirección General de Información Estratégica en Salud, como dando a entender que el “milagro covid” que se dio en medio de la incertidumbre.

“Fue un sueño y por eso es que se decía que no teníamos que volver a lo normal. Dentro de todo la pandemia trajo cosas buenas”, añadió.

Del total de las consultas, unas 442.044 fueron por causas respiratorias. Comparando con los años anteriores también hubo una disminución hasta si se quiere abismal: en el 2019 hubo 1.086.318 y en el 2018 un total de 925.439.

“Nos dio alegría porque con el lavado de manos y el distanciamiento que se hizo las enfermedades respiratorias bajaron bastante estadísticamente hablando. Y otros que se transmiten a través del contacto también se vio diferenciado por esta pequeña acción que se hizo”, agregó Tullo.

DEFUNCIONES

Pese al covid-19, Tullo comentó que las defunciones no tuvieron un aumento significativo porque por día mueren un promedio de 90 personas, lo que está dentro de lo “normal”.

¿La segunda mitad del año seguirá igual?

“Este segundo semestre del año sería diferente. En los últimos días vimos que en los hospitales como que se está volviendo a la ‘normalidad’, lastimosamente”, dijo Tullo.

“Por darte un ejemplo, las unidades de Terapia Intensiva de Trauma hasta hace poco estaban libres, ahora están todas ocupadas”, agregó.

“Fue como un boomerang, hubo una oportunidad para salir y aprovecharon en masa todo lo que se perdió. Eso hizo que los hospitales estén entrando nuevamente en su máximo potencial”, finalizó.