La artesanía es lo suyo hace 40 años. La magia de sus manos hicieron de este oficio un verdadero arte que deja con asombro a cualquiera. El karanda’y es su materia prima más preciada. Don Higinio Morínigo (67), como todo limpeño, lleva el talento en la sangre y no puede negar el placer que le da esta práctica que heredó de sus padres.

“Esto es lo que yo sé hacer desde que tengo memoria y me apasiona. La verdad que no me veo haciendo otra cosa. La artesanía en karanda’y es lo mío”, empezó diciendo el talentoso Higinio. Explicó que cuando uno ama lo que hace ya le resulta bastante fácil el trabajo, tanto así que en un syky “hilan” el karanda’y para darle forma a los productos que venden.

“En total tengo 10 hermanos, pero cuatro estamos todavía trabajando de cerca acá en Limpio. La verdad que todos somos artesanos de cuna, porque venimos de una familia humilde, donde todos teníamos que ayudar para poder generar el pan diario. Mis padres anteriormente hacían sombreros y pantallas de karanda’y y todos ayudábamos. Luego con algunos hermanos nos animamos a probar los bolsones de navidad y nos fue muy bien. De ahí empezó cada uno a independizarse y hacemos todo tipo de productos”, contó.

Don Higinio formó su familia y tuvo cuatro hijos. Hoy día todos ellos están metidos en el negocio. “Enviudé hace varios años y ellos son los que se quedan conmigo trabajando. Alguna vez yo ya no voy a estar y tengo que dejar semilla para que el negocio continúe siendo una tradición familiar”, siguió.

“Yo creo que para el arte, uno tiene que tener talento porque si no tenés el talento no puede gustarte y si no te gusta no te va a salir. Yo por ejemplo no me alegro los domingos porque son de descanso y yo ya busco trabajar en lo que me apasiona”, finalizó.

“No hay crisis que me haga renunciar al arte”

Don Higinio y su familia viven en la zona baja de Aguatey de Limpio y es allí donde todos estos años estuvieron progresando con su talento. Pero llegó la pandemia y pareciera ser que desmoronó todo lo que ellos ya consiguieron con tanto sacrificio. “La pandemia bajó toditas nuestras ventas. La verdad que nunca pasamos por algo similar. Vendemos pero lo justo para el día. Antes estábamos en auge, estábamos bien, no abastecíamos con los pedidos”, dijo.

Pero reconoció que no hay mal que le haga renunciar a su gran amor. “No hay crisis que me haga renunciar al arte. Realmente esto es lo que yo quiero hacer y hasta donde yo vaya, el arte irá conmigo”, siguió.

Desde posaplatos hasta sillones de Karanda’y

Don Higinio hace de todo un poco con el karanda’y. Por dar un ejemplo, él prepara taburetes para copetines, con respaldero. Está hecho de Karanda’y y con base de varilla reforzada. El precio es de 250mil guaraníes cada uno.

Avei hace sillones de karanda’y, espejos, posaplatos, carteras, alfombras, ere erea. “Lo que la gente pida nosotros hacemos. Lo que nos piden ‘inventamos’ como se dice, no tenemos problemas”, explicó.

El artesano aprovechó para pedir ayuda al Gobierno para todas las familias artesanas de la zona. “Somos muchos en esta situación. Lo único que pedimos es asistencia en estos momentos que estamos pasando mal”, siguió. Si querés hacer pedidos a don Higinio podés llamar al 0994 273 713.