“Tener a todo un barrio insultándote causa tristeza y también temor”, sostuvo uno de ellos

POR RODRIGO VALDEZ

“A veces me atajo para no llorar. Otras, no aguanto y dejo caer alguna que otra lágrima cuando nos gritan o nos insultan gratuitamente… Te digo la verdad, los insultos duelen, lastiman el corazón, pero estamos ahí por y para ellos, es nuestra labor”.

Así lo siente don Juan Gómez (57). Es electricista de la ANDE y está en la parte de atención a reclamos por falta de energía. Junto con sus compañeros son a menudo los primeros en ser llamados en desastres naturales, climas severos y tiempo de crisis.

En las últimas horas, sus labores se triplicaron con la última tormenta que se desató el fin de semana. Pese al esfuerzo que realizan se sienten poco valorados, ya que lo único que reciben de la mayoría de los usuarios son insultos y reclamos tal vez sin merecerlos.

“Nos dicen de todo y nosotros solo estamos para serviles. Anoche (por el lunes) a unos compañeros les acorralaron en el Bañado Sur, sintieron mucho miedo. Estaban allí por ellos y fueron tratados así. Se entiende lo que se pasa al no tener electricidad, pero nosotros nos arriesgamos para solucionarles el problema. Tener a todo un barrio insultándote causa tristeza y también temor”, sostuvo.

Don Juan confiesa que pasan de todo. Sol, frío, lluvia. Y lo que es peor aún, son conscientes de que “rozan” con la muerte en el trabajo.

“Rozamos con la muerte al subir en las columnas. Ahora también sentimos peligro con los usuarios furiosos.

Pero qué le vamos a hacer, hay que seguir en la lucha”, añadió.

“La mayoría desahoga con nosotros su rabia”, confesó

Don Juan y sus compas “trepan” a lo alto de una columna y arriesgan sus vidas para instalar y mantener los servicios eléctricos y más en estos días en que varias ciudades quedaron sin energía eléctrica a causa del temporal. “No hay tregua acá, hay que ponerle luz al usuario.

Hacemos todo lo que está en nuestras manos”, agregó. “Algunas personas entienden, son buena onda y nos agradecen incluso, pero la mayoría desahoga con nosotros su rabia

e impotencia. Es compresible, porque estar sin luz varias horas es difícil y es por eso que estamos allí, para ayudarles”, dijo. “Nosotros estamos en el ojo de la tormenta y creemos que a lo mejor por eso se descargan con uno”, sostuvo.

La mejor paga es la sonrisa que brinda un usuario, dijo

Don Juan es consciente que salen de su casa a cualquier hora, pero no saben si regresarán. “No sabés lo que se siente llegar a casa después de un día de trabajo y dar un beso a mis hijos y a mi señora. Uno sale consciente de lo que pueda pasar”, contó.

Agregó que la mejor paga es ver al usuario satisfecho. “Llevo 37 años en esta labor. Toda una vida al servicio de la gente y cuando le solucionamos el problema y nos agradecen con una sonrisa esa es nuestra mejor paga”, dijo.

Juan explicó que en todo este tiempo le tocaron momentos muy duros, como por ejemplo ver la muerte de varios compañeros.

“Me tocó ver morir a compañeros accidentalmente, fue muy doloroso, ni te imaginás lo que se siente”, finalizó.

RECLAMOS

Hasta ayer seguían los reclamos de los usuarios de ANDE en diferentes rincones del país. Las zonas de Mburucuyá, Asunción y Mora Cué, de Luque, llevaban más de 48 horas sin luz, luego de la tormenta del fin de semana.

SUBTERRÁNEO

El diputado Sebastián García dijo ayer que se debe buscar un gerenciamiento adecuado del proyecto de cableado subterráneo para la ANDE. Destacó que en muchos casos influyen los cables que no forman parte de la red eléctrica.