Con un lápiz blanco comienza la “magia” que le da rienda suelta a su inspiración: “Yo sola realizo este trabajo y con un espejo en frente mío voy dibujando sobre mí”, cuenta esta gran artista

GUSTAVO GALEANO

Ciudad del Este. Corresponsal

La histórica pandemia forzó a que la vida provoque reacciones que nadie podía imaginar. Más allá de la salud, están las que, con la imaginación como aliada, buscan cargar el bolsillo.

Una de las tantas historias que se fueron dando a lo largo de esos meses tiene que ver con una talentosa joven de Minga Guazú. Se llama Pamela Barreto y tiene 28 años.

Contó a Crónica que es maquilladora profesional desde hace 5 años. Sin tanto trabajo, algunas ideas fueron surgiendo en plena pandemia, lo que provocó un sacrificio extra para equipar su oficina con el objetivo de capturar clientes que gustan del arte.

“Un día decidí probar y no me salió tan mal. Fue así que dije ‘¿por qué no?’.Ofrecí a mis seguidores del Instagram una rama del maquillaje a la cual no están acostumbrados ver en mi perfil. Incluso me llegaron a preguntar si enseñaba. Yo nunca estudié más que maquillar”, dice Pame con suma humildad.

Comentó que para plasmar las maravillas que su piel deja lucir “no tenía ninguna brocha especial, tampoco contaba con material especial para los trabajos artísticos, pero fui improvisando con materiales que utilizo para maquillajes sociales”.

Estas obras de arte llevan no menos de 4 horas de enorme paciencia frente a un espejo y al menos 150 mil guaraníes solo de productos. “Primero trazo las líneas con un lápiz blanco y luego voy rellenando cada zona con los colores” cuenta Pamela, quien entre otras obras realizó “La noche estrellada”, de Vincent Van Gogh, a más de una copia perfecta de la película “Avatar” o la famosa serie Stranger Things. Todo a partir de su imaginación.

Contó que su sueño es poder llegar a estar en películas o televisión con quienes se encargan de los efectos especiales. Por ahora, pinta bien.

La pintura no le hace mal a las personas

Por más que cara, cuello y pecho queden cubiertos de arte, la pintura que se usa para hacer todo esto no afecta en lo más mínimo a la piel, aclaró Pamela. “Se puede aplicar sobre cualquier cuerpo. Esta es una pintura que no irrita la piel. Pero sí que cuesta un poco sacar” confiesa, asegurando que el proceso de “lavado” puede tardar incluso una hora.

Comentó que “el producto que utilizo viene en una paleta de 12 colores, que puedo mezclar para lograr más colores o tonalidades. Y se activan con el agua, así que da para realizar varios maquillajes”.

Sin trucos y lista para cuerpo completo

Una vez que termina saca la foto de la obra y al subir a redes le da previamente unos retoques de luces y sombras, pero nada de trucos. Contó que lo más difícil de pintar es el cuello y que se anima a un cuerpo completo, aunque no en ella porque pintarse la espalda sería algo imposible. “Siempre es bueno sellar con sombras de colores para que la pintura dure más tiempo y no transfiera ni manche”, finalizó.