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«Sube» la angustia: “Nuestro calvario está empezando”

«Sube» la angustia: “Nuestro calvario está empezando”

Ángela Paredes vive en el Bañado Sur de Asunción, lugar en el que la inundación ya tocó varias puertas en la zona

La húmeda angustia nuevamente se siente. El agua poco a poco está tocando las puertas de todos los pobladores y la preocupación se desborda en este lugar. Como todos los años, los bañadenses sufren las penurias que trae la crecida del río Paraguay, pero con la de este año se suma la crisis que dejó el momento más intenso de la pandemia.

Ángela Paredes (67) vive en el Bañado Sur de Asunción y contó que el agua se precipitó este año causando ya la inundación de muchas casas vecinas en donde la necesidad está dando el golpe más duro.

“Nuestro calvario de este año ya está empezando. Cuando la crecida viene no podemos ni dormir de la preocupación. Todos necesitamos acá, y ahora está peor todo porque no pudimos prepararnos” dijo a Crónica la mujer, quien se dedica a la venta de verduras en la zona del Mercado 4.

Doña Ángela sigue en su vivienda, pero a diario ve más cerca la pesadilla de tener que emigrar a la altura, ya que las cuadras de tierra disminuyen cuando el agua sigue creciendo.

“Me da tristeza ver cómo mis vecinos del bajo ya están llevando sus cosas, solo los que vivimos esta realidad sabemos lo que se siente. Dentro de poco me va a tocar a mí y a todos mis vecinos. Ya nos estamos preparando para lo que se viene”, relató.

Doña Ángela sostuvo que lleva añares viviendo en la zona y cada vez que empieza la crecida empiezan a despedirse de sus humildes viviendas para mudarse a espacios públicos.

Contra inundación y ocupación

Detrás de las personas que viven en este lugar existen dos realidades muy duras que deben pasar en el año. Por una parte la crecida, momento en el que deben aferrarse a lo importante para poder aguantar mientras dure ese proceso natural y, por el otro, la ocupación de los espacios públicos, donde empiezan los problemas con las autoridades.

En ese sentido, ña Ángela dijo que en estas dos situaciones pasan mal ya que luego de dejar sus casas deben enfrentarse al enojo, tanto de las autoridades como de las personas, por ubicarse en las plazas para esperar el tiempo de volver. “La gente piensa que nosotros porque queremos vivimos así pero es difícil, eso fue lo que nos tocó y por eso estamos así, solo pedimos el apoyo de la gente”, expresó.

En años anteriores perdieron hasta sus camas en la crecida

En años anteriores perdieron hasta sus camas y durmieron en las calles, lamentó.

Doña Ángela contó que desde ahora todos los vecinos ya están preparando sus cosas para poder mudarse ni bien empiecen a pisar el agua. Explicó que en el momento menos esperado ella están inundados y no quieren tener que despedirse hasta de sus muebles.

“Ya nos tocó hace un año que hasta nuestras camas perdimos porque el agua no nos dio tiempo de mudarnos. Solo sacamos lo poco que pudimos”, dijo. Es por eso que los que se pudieron preparar para esta crecida ya se fueron a buscar algún alquiler de bajo costo para resguardarse todo el tiempo que dure la crecida. “No tenemos paz nunca, cuando hay bajante del río también nos afecta, pero nos estamos acostumbrando”, he’i.

DATOS

SOLIDARIDAD

Según ña Ángela, pese a todo lo malo que viven todos los lugareños, en este tiempo también empieza a verse la solidaridad. “Nos ayudamos entre todos para poder mudarnos juntos para que nadie pierda sus cosas”, dijo.

CANOEROS

Don Felipe Arce, un canoero de la zona, dijo que ya se está preparando avei para ayudar a las personas con las mudanzas. Hay momentos en los que ya no se puede circular por la zona ni a pie ni en camionetas ndajeko.

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