Don Marcelino Lezcano (68) pedalea y pedalea. Lo hace desde hace 50 años para ganarse el sustento diario.
Recorre kilómetros y kilómetros a bordo de su vieja bicicleta para vender chipa. Algunos lo consideran el pionero de la chipa vendeha bicicleta ári.
“Yo nací en Barrero Grande, la ciudad de la chipa, allí aprendí todo acerca de este alimento”, contó don Marcelino. “De joven me mudé a Concepción, fue en el año 1984 y sigo en lo que me apasiona. Aquí todos me conocen. Me dicen ‘cuestión’”, añadió.
Don Marcelino se levanta bien temprano. Él mismo se encarga de prepara la chipa que luego sale a vender. “A la 1:15 de la madrugada ya me levanto a trabajar. Preparo las chipas y luego cerca de las 5 de la mañana ya salgo a recorrer”, contó.
Con esta noble labor de sacrificio y esmero, don Marcelino es el sustento de su familia. “Esta es mi vida, mi pasión. Así ayudo a mi familia. En Barrero aprendí todo cómo hacer la chipa y vender. Aquí en Concepción sigo haciéndolo, me gusta mucho. Toda mi vida lo hice”, comentó. “Recién regreso a casa cuando vendo todas las chipas, si no, no lo hago”, finalizó.
DISTANCIA
El chipero Marcelino contó que recorre varios kilómetros a bordo de su bicicleta. “Ya me acostumbré a pedalear y no me canso fácilmente”, dijo.
Comentarios