Cada segundo viernes de agosto se celebra el día de la chipa desde el 2015, fecha proclamada por decreto voi para proteger este tradicional alimento, porque varias otras comidas típicas eran copiadas y registradas en el extranjero.

Uno de los pioneros en la venta de chipa con un canasto en la cabeza es don Juan Ramón Ayala, que según contó desde los 14 años arrancó con la venta en la ciudad de Asunción. A tempranas horas se llegaba a la capital sorteando diferentes obstáculos, según recuerda. He’i que llegaba a dedo, otras veces en carreta o hasta caminado desde Barrero hasta la Plaza Uruguaya para vender sus chipas.

En ese entonces, hace 63 años, vendía 100 chipas a diario, lo que era su capacidad. ¡Y siempre ndaje le faltaba todo sus productos!

“Los primeros tiempos se burlaban de mí cuando me veían con mi canasto. Me decían que eso era trabajo de mujeres. Incluso recibía empujones en la calle. Pero no les hacía caso y seguía vendiendo cada vez más, ahora todo el país conoce ‘Chipa Barrero’”, he’i.

Una reina que lleva 54 años en este rubro

Doña María Ana es considerada la reina de la chipa. Su local de ventas en la ciudad de Barrero está ubicado sobre la ruta y es la parada casi obligatoria para comprar para el “avío” y seguir el viaje ya sea hasta la ciudad de Asunción o rumbo a otro punto del país.

Doña María contó que el 18 de este mes recibirá una distinción en el Congreso Nacional como la reina de la chipa.

“El título de reina se merecen todas las valientes mujeres paraguayas que sacan adelante a sus familias. En total somos 50 trabajadoras en este local y con este trabajo mantenemos a nuestras familias. Hay compañeras que tienen 6 a 8 hijos y con la venta de chipa los mantienen. En mi caso hace 54 años que me dedico a este rubro”, contó.