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ALBINO MOSQUEIRA: “YO ESTABA BIEN PREPARADO”

ALBINO MOSQUEIRA: “YO ESTABA BIEN PREPARADO”

El otrora zaguero impasable cuenta que aun así, en una oportunidad el “Tanque” Torres le rompió todito mal su naríz, en un duelo aéreo.

  • POR GERARDO B. MONGES

Allá por la década de los 80 había un recio defensor central, casi imposible de pasar. Ya unos cuantos delanteros de la época lo catalogaban como “el más difícil” de la zaga central, cuando se encaminaban hacia el arco contrario.

Él es Albino Mosqueira, quien se inició como pelotero en el club 29 de Setiembre del barrio Molinos de Luque, para luego pasar a chutar en varios clubes de la Primera como Guaraní, San Lorenzo y Libertad.

Mosqueira contó esa capacidad que tenía en adelantarse a sus rivales, ya sea en el juego aéreo o por el suelo, no era una casualidad. “Físicamente, yo estaba bien preparado; a más de las prácticas normales, yo hacía otra preparación y fue gracias al profesor Walter Chamorro, de Nacional, que aprendí eso. Él me dijo una vez, cuando fui a probar suerte en ese club, que tenía que levantarme temprano para practicar y que nadie me iba a alcanzar. A las 4 de la mañana ya me iba a correr, no me quedé en Nacional porque no había plata”, contó a Crónica el exzaguero central.

Aun con esa preparación “extra”, en una oportunidad salió mal en un duelo aéreo con Félix “Tanque” Torres, ya que terminó con la nariz totalmente rota.

“Sin querer, en ese salto Torres me rompió toda la nariz, fue una jugada fortuita, hablamos en ese partido y me dijo que no fue su intención”, tiró Albino.

Recordó que en el 29 de Setiembre, su técnico era don Catalino Félix Chilavert, el papá de José Luis. “Era una excelente persona, como su hijo José, él me ayudó a salir del ‘29’ y abrirme paso en el fútbol”, le bajó.

Guaraní fue su primer club en Primera

¿Cómo fue el salto que dio Mosqueira, para llegar al Aborigen? “Estando en Cerro León fuimos a jugar un amistoso con Guaraní; ahí me invitó el técnico Eliseo Báez y en dos prácticas ya me quedé.

El presidente Estanislao Domínguez compró mi pase, jugué hasta el 83, para ir luego a San Lorenzo, donde en el 84 salimos campeones en el Ascenso y subimos a Primera, justo ese año también salió campeón Guaraní”, recordó.

En la “Toldería” tuvo como compañeros, entre otros, a Vladimiro Schettina, Jorge Galarza y Julio César Franco.

En el “Rayadito” y en la “Huerta”, purete

Equipazo de San Lo, con Mosqueira, Pedro Osvaldo García, Ayfuch, Mariano Pesoa, entre otros.

El expelotero dijo que sus mejores años los pasó en el “Rayadito”, en los años 1984 y 1989, como así también en el Guma, en 1990, donde recuerda que chutó la final contra Cerro Porteño, con una derrota de 2-1.

“Fueron mis mejores años, no me puedo quejar. En San Lorenzo jugué bastante tiempo y en Libertad recuerdo que para jugar la final contra Cerro le habíamos eliminado a Olimpia, que tenía prácticamente aquel equipo campeón de la Copa Libertadores”, le bajó.

En el año 1987, de la mano del excapo luqueño, Atilano Cáceres, fue a Bolivia, para tantear fortuna en el Bolívar de La Paz, pero en ese entonces, con un DT argentino, predominaron los jugadores curepas, por lo que tuvo que volver al país.

Con 34 años encima, y con un breve paso también por Tembetarty, tuvo que colgar los botines, para dedicarse totalmente a otro rubro que no fue precisamente el fútbol.

Medalla de oro por ser el mejor del 90

Mosqueira jugó en el Guma hasta el año 1992, para luego de un tiempito colgar los botines.

Albino Mosqueira tuvo un alto rendimiento chutando por el “Repollero”, en ese 1990, a tal punto, que fue condecorado con una medalla de oro por parte del Dr. Nicolás Leoz.

“En Libertad se elegía cada año el mejor jugador de la temporada y a mí me tocó ser el mejor en el 90, por ese motivo el Dr. Nicolás Leoz me condecoró con una medalla de oro, hasta hoy día tengo esa medalla”, contó.

Actua lmente t rabaja como chofer en una casa de familia, ya desde hace más de 10 años dijo, pero no olvida que para él “el fútbol es algo demasiado lindo y grande; gracias a él yo pasé muy buenos momentos, conocí a grandes personalidades y tengo muchos amigos”.

Lo cierto es que su mejor distracción hasta ahora sigue siendo la pelota, que comparte siempre con aquel los excompañeros y otros amigos que la vida le regaló.

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