¿El Llanero solitario?, nooo, es Florencio Pereira, de Itacurubí del Rosario, quien viajó a caballo para una intervención, hasta una curiyú le salió he’i.

El servicio lo llamó y él se hizo presente, pese a todas las adversidades. Además de cumplir con su deber, fue una gran aventura que no va a olvidar jamás, según contó el fiscal “jinete” como le llaman ahora.

“Teníamos que hacer esa intervención, fue un hecho de asalto, me dijeron para no ir, pero quise, era mi trabajo y nos fuimos”, detalló a Crónica Florencio Pereira, fiscal de Itacurubí del Rosario, departamento de San Pedro, quien realizó una intervención montado sobre un caballo.

Contó que el lugar donde tenían que llegar estaba a unos 15 kilómetros, de puros esterales, por lo que no había otra forma que ir kavaju ári.

“Fueron unas tres horas de viaje, con el personal de Criminalística y los oficiales. Había mucha agua y no íbamos a poder llegar a pie. Nos cruzamos hasta con una curiyú en el camino”, detalló.

Pereira aseguró que decidió ir hasta el lugar bastante aislado para dar su acompañamiento a las personas víctimas de robo.

Explicó que el camino era un esteral muy grande por lo que resultó bastante difícil poder cruzarlo todo, pero detalló que el desafío fue superado gracias a la picardía y bromas.

“Llegamos como a las tres de la tarde en el establecimiento, pudimos encontrar a las personas y pudimos recoger varios indicios sobre el delito. Por eso siempre prefiero asistir in situ para observar mejor lo que pasó”, detalló.

Víctimas de robo se salvaron de milagro de los malandros

Al llegar al lugar procedieron a la intervención. Tres personas, encargadas del establecimiento, fueron las víctimas de robo y contaron que se salvaron de milagro de los malandros.

“Eran tres personas, adultos mayores, uno ya tenía por los 75 años. Me contaron que por suerte no fueron violentos los asaltantes porque sino otra sería la historia y hasta podría ser una tragedia”, dijo.

Los malevos se llevaron un poco más de un millón de guaraníes y comentaron que se fueron en busca de unos G. 40.000.000, que supuestamente estaban escondidos en un sótano.

“Estas personas se quedaron con miedo, por eso nos fuimos junto a ellos, queremos darles un poco de seguridad”, dijo el fiscal.