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Después de medio siglo de convivencia dieron el «sí, quiero»

Después de medio siglo de convivencia dieron el «sí, quiero»

Un casorio comunitario en Horqueta con 130 parejas emocionó al país. Entre esas nupcias se encontraba una pareja de abuelitos que dieron el sí, quiero y movieron el corazón al rollete. “No se compara la felicidad que siento”, he’i la recién casada y hasta bailaron el vals en su casa ndaje. “Después de 56 años… nos casamos”, agregó.

La zona norte del país se llenó de alegría y gran fiesta este fin de semana. En la ciudad de Horqueta, departamento de Concepción, se realizó un casorio comunitario de la gran siete hasta considerado el más grande que se haya hecho en todo el país.

Un total de 130 parejas, de todas las edades, unieron sus vidas después de dar el “sí, quiero” oficial en la parroquia Virgen del Rosario. Tras aciertos y errores, pasos y tropiezos todas estas parejas decidieron dar el gran paso con el juramento ante Dios. Pero quienes más llamaron la atención, en medio de ese gran tren blanco de felicidad fueron ña Pascuala (76) y don Ramón Ocampos (82), quienes pese a su edad y todo el tiempo que ya tienen viviendo en pareja se unieron en esta gran fiesta que se realizó ante la mirada de todo el país. “Después de 56 años de estar juntos nos casamos. No se compara la felicidad que siento, siempre fue mi sueño, siempre deseé cumplir con todos los sacramentos de Dios”, dijo emocionada la recién casada en medio de una gran fiesta realizada con todos sus familiares.

Doña Pascuala comentó que con su ahora esposo, don Ramón, sintieron que este era el momento y aprovecharon toda la ayuda que les dio el cura párroco para poder estar con todas las de la ley. “A las 3 de la mañana ya me levanté de la emoción. Pensamos bien lo que íbamos a hacer porque este compromiso es todo un tema”, dijo avei la abuelita.

“Yo siempre me iba a la iglesia”

Todas las parejas entraron en fila en la parroquia con una feroz sonrisa dibujada en sus rostros. Ña Pascuala comentó que se sintió muy afortunada por el gran momento que vivió en compañía de todas las demás parejitas de la comunidad. “Yo siempre me iba en la iglesia y escuchaba sobre el casamiento. Tuvimos charlas en donde hablamos de la importancia de llevarnos bien entre pareja”, dijo la mujer.

Explicó que se siente afortunada por todo el destaque que le dieron en el evento, ya que le llamaron hasta de España para felicitarla por su matrimonio. “Todo esto que me está pasando para mí es un sueño, le debo a Dios y a Santa Librada”, aseguró.

“Aguantamos muchas necesidades”

Doña Pascuala contó que desde los 19 años vive con su ahora esposo y agregó que el secreto de su relación siempre fue la comunicación. Confesó que se apoyaron en todo siempre por más momentos difíciles que pasaron y eso les ayudó a soportar cualquier tipo de situación. “Aguantamos muchísimas necesidades, y así pudimos criar a nuestros seis hijos. Comíamos mandioca y lo que había nomás”, relató.

La feliz novia comentó que el problema de las parejas ahora es justamente ese por lo que no duran mucho tiempo. “La gente no quiere sufrir y cuando estamos en pareja tenemos que aguantar todo, cuando hay necesidad la gente ya empieza a correr y eso no es bueno”, detalló la mujer.

El casamiento comunitario de Horqueta fue uno de los más grandes de todo el país. GENTILEZA

CASADA POR CIVIL
Doña Pascuala comentó que se casó por el civil en 1964, por lo que nunca nadie se dio cuenta que realmente le faltaba cumplir con Dios. “Siempre me iba a la iglesia, pero no podía comulgar”, detalló.

NOVIA TRAVIESA
Explicó que tras el casorio comunitario, se fueron a su casa en donde realizaron una feroz farra para poder celebrar su unión. “Bailamos el vals, yo no le doy espacio a la vejez, soy muy traviesa”, dijo avei.

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