La planta de “Athena Foods” sufrió un gran siniestro ayer, con cuantiosos daños y hasta fugas de gases sumamente peligrosos.
La mañana se llenó de humo y desesperación en el barrio Tablada Nueva, de Asunción. Todos despertaron en esa zona con el angustiante sonido de las sirenas de los bomberos voluntarios de varios cuarteles de Asunción y Central, quienes al llegar bombardearon con agua el frigoríf ico de la firma “Athena Foods”. Un gran incendio empezó a tempranas horas en el predio industrial y generó preocupación en bomberos, autoridades y pobladores de la zona. “A las cinco ya empezó el incendio, tuvimos que evacuar la zona” dijo Lizza, una vecina, quien tuvo que dejar su casa tras el siniestro.
Bomberos voluntarios de diferentes compañías empezaron el trabajo para sofocar el fuego, pero ante la voracidad y peligrosidad tuvieron que declarar “emergencia roja” en el lugar. “El fuego empezó temprano, escuchamos una explosión antes. Teníamos miedo por el amoniaco, por eso nos fuimos, porque mi mamá t iene problemas en los pulmones”, dijo por su parte doña Juana Vera, otra pobladora.
Comandantes de los distintos cuarteles pidieron a la población cercana a la planta frigorífica evacuar el área circundante a la fábrica ante el peligro inminente de explosión de bombas de amoniaco que se utilizaban en el local para las cámaras de frío.
Doña Felipa Giménez Vda. de Melo (77) miraba desde su casa, a unas cuantas cuadras del frigorífico, el trajín de los bomberos y señaló que todos temían a ser intoxicados por el amoniaco. “Tenía que irme, pero no fui evacuada. Dios está con nosotros, por eso nos salvamos del humo, se fue otro lado”, dijo la abuelita.
Reportaron tres voluntarios intoxicados con amoniaco
Daños materiales irreparables, familias enteras evacuadas y bomberos a fuego y sudor trabajando para terminar con las l lamas fue lo que dejó este terrible suceso que puso en jaque a todos en la zona. Marcos Almada, comandante de uno de los cuarteles, dijo que seguían los trabajos en el frigorífico ayer por la tarde pese a que ya habían pasado varias horas.
“Hay todavía focos de calor dentro del frigorífico. Hasta ahora tenemos tres voluntarios que fueron trasladados hasta el IPS por inhalación de amoniaco”, dijo. Explicó que ayer estaban trabajado unos 100 voluntarios en el enfriamiento del local, pero aseguró que disminuyeron los peligros ya que todos los tanques de amoniaco fueron trasladados.
Pone en venta su casa para irse del lugar
La situación en la zona no era buena desde hace unos meses había sido, ya que las quejas empezaron a aumentar. Juana Vera dijo que los ruidos molestos por las noches, los olores nauseabundos al mediodía generaron una ola de rabia en todos los pobladores.
“Mi casa está en venta, me quiero ir de acá porque ya no aguanto. A la noche matan los animales y no nos dejan dormir, y en la hora del almuerzo el olor es insoportable”, detalló.
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