Las esperanzas para ellos está escondida a unos 3 metros bajo tierra. No solo buscan valor y riqueza, sino también formar parte de la historia, de aquello que sucedió hace muchos años y que con mucho esfuerzo lo desenterraron para que el mundo lo vea.

Ellos son conocidos como los buscadores de tesoro por medio de las redes sociales y son aquellos que recorren zonas históricas del país, en donde aparentemente habían caminado muchos personajes y dejaron guardados sus pequeñas cosas de valor.

“Con la pandemia se había suspendido los viajes, muchas personas se quedaron en sus casas y no pudieron hacer nada. Están los que se quedaron sin trabajo, esos son los que se sumaron a nuestro equipo, ahora ya son también buscadores de tesoros”, dijo a Crónica don Raimundo Álvarez, un hombre que desde hace años se dedica a estudiar la tierra y encontrar alguno que otro tesoro escondido por ahí.

Explicó que con la pandemia aumentó la cantidad de integrantes de este selecto grupo en redes, por lo que asumen que fue una de las consecuencias tras la llegada del maldito virus. “Algunos nos reunimos y recorremos zonas, ahí hablamos y nos damos cuenta que muchos perdieron su trabajo y entonces entran a probar suerte en este mundo que no es para cualquiera”, detalló.

Contó que existen zonas en donde a full hay “plata yvyguy”, pero muchas personas no tienen la herramienta para poder concretar la búsqueda.

Venden objetos encontrados por la crisis ndajeko

Según comentó don Raimundo, en este grupo no solo socializan las personas que van en busca de los tesoros, sino también están los que ya encontraron, pero ahora buscan vender.

“Están en el grupo todo tipo de personas, los coleccionistas también. Por eso siempre ofrecen sus tesoros encontrados ahí, es más fácil que salir a buscar en las calles”, relató.

Muchas personas que lograron sacar de la tierra muchos objetos antiguos, no tuvieron de otra que negociarlos ya que la crisis económica les afectó. Entre los objetos encontrados hay animales de bronce, monedas de oro, joyas y relojes, y hasta algunas cucharas y cuchillos que tienen más de 100 años. “Tienen un valor histórico, los que no están en este mundo no saben eso. Tuvieron que vender algunos porque estaban pasando mal”, detalló.

El mundo de las excavaciones es peligroso por los avivados

Si bien ingresar a este grupo nunca fue difícil, algunos buscadores de tesoros aseguran que el mundo de la excavación se volvió un poco peligroso ya que los malandros están ápe ha pépe pescando por sus víctimas.

Don Raimundo detalló que por eso aconsejan a las personas que no publiquen las zonas en donde están en búsqueda del tesoro ya que en cualquier momento pueden encontrarse con gente mal intencionada que les puede generar enormes pérdidas.

“Eso es lo más triste, ahora ya no podemos confiar en las personas, por más de que muchos sean honestos no podemos dar muchos datos porque podemos terminar mal”, dijo el hombre. Sostuvo que muchos casos terminaron en asaltos por dar detalles de sus domicilios.