«No pude despedirme de mi papá porque estaba apagando incendios, estoy devastada» dijo Liz Britos, que hace 14 años es Bombero Voluntario en la compañía K42 de San Juan Misiones. La vida de su papá se apagó mientras ella estaba luchado ferozmente contra las llamas.
Contó que durante dos meses estuvo acompañando a su padre enfermo, internado en el Hospital Geriátrico del IPS, pero cuando iniciaron los incendios en la zona de Misiones tuvo que ir a cumplir con su juramento.
«Estábamos sofocando el incendio en una zona en donde no había señal. No me llegaban las llamadas ni los mensajes al celular. Había sido que mi hermana me estaba llamando para decirme que mi papá estaba muy mal. Cuando al fin salimos del lugar, en el momento que llegó la tormenta, pude ver los cientos de mansajes y llamadas, pero ya fue tarde porque era para avisarme que mi papá ya había fallecido», contó la valiente bombero.
«Estábamos festejando con alegría que llegó la lluvia que era nuestra esperanza para acabar con el fuego, pero la felicidad duró muy poco ya que allí recibí la noticia de la muerte de mi padre a quien yo considero como un guerrero, no me pude despedir de él», concluyó.
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