Para que su pareja no pierda un avión que salía de la ciudad de Santa Fe, ashá en la Argentina, viste, llamó al aeropuerto y dijo que había una bomba. Al final, todo le salió mal. Pillaron quien era, le allanaron la casa, el novio perdió el vuelo y encima tendrá que pagar una feroz multa. Y ojo, hasta se podría ir presa.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), allanó la vivienda de la “bromista” ubicada en la provincia de Santa Fe y le secuestraron el teléfono por intimidación pública, después que llamó a decir que colocó una bomba casera dentro de una mochila, que había dejado en un baño del sector de arribos internacionales.
De inmediato se informaron a las autoridades judiciales y se activó el protocolo de seguridad para estos casos: con la presencia del Grupo Especial de Control de Explosivos y Armas Especiales (GEDEX) de la PSA, Sanidad y Bomberos, se evacuaron y registraron los baños. Al mismo tiempo, se supo que el código de área del número que efectuó el llamado correspondía a la ciudad de Rosario, por lo que también se activó el protocolo preventivo en el Aeropuerto Internacional Islas Malvinas.
Después de mil vueltas, no encontraron nada y pillaron que era una joda. Comenzaron a investigar la llamada y dieron con la prójima que, según las últimas informaciones que llegan de allá, se estaría exponiendo a una multa de más de 7 millones de guaracas e incluso la posibilidad de ir presa por hasta 2 millones de guaraníes.
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