Un acto realmente bestial y que podría costarle casi el resto de su vida en una cárcel es el que cometió una mamá en Reino Unido, específicamente en la ciudad de Manchester. Según la policía, la mujer, metió a su bebé recién nacido en una bolsa y lo arrojó por el balcón de la casa, terminando con su vida.

La madre admitió haber cometido el crimen tras lanzarlo desde el segundo piso. Fue un vecino el que se dio cuenta que se había tirado algo. Al revisar qué había dentro de la bolsa pilló la brutalidad con la que se actuó contra esta indefensa criatura y llamó a las autoridades.

“No podía dormir por la noche sabiendo lo que pasó, sólo con saber lo que había visto, una y otra vez estuvo en mi mente”, dijo el hombre a medios locales.

Los médicos comunicaron que el menor fallció por lesiones relacionadas con un traumatismo contundente, entre las cuales detallan una fractura craneal, costillas fracturadas y sangrado cerebral.

La mamá se espera que reciba al menos 40 años de prisión.